472 – Champú ¿o no?

Por Begoña Sanchez-Sauthier Berrojalbiz
Hace unos días fui al supermercado a comprar champú, suelo utilizar dos en uno y siempre la misma marca y mismo tipo.
Comprar un champú siempre es un reto, incluso yendo a reponer el que se me ha acabado no me resulta una tarea fácil. Hay tantos botes parecidos, con tanta letra escrita que me bloqueo un poco. Para aumentar mis pequeños problemas mi champú no estaba en la balda y lo necesitaba con cierta urgencia ya que mi idea era lavarme el pelo esa noche.
En los botes de champú hay indicaciones de todo tipo, para cabello fino, para cabello teñido, para cabello con caspa, para cabello con poco cuerpo… Pero ahora no se indica así, sino que dando otra vuelta a la tortilla las indicaciones son: extra volumen, color revitalizante, hidratación intensa, fuerza extrema, liso y sedoso. Esta forma de nombrarlos no me dice mucho ¿quién no quiere un color revitalizado y cabello sedoso? Combinación que no existe en sus nombres.
Una vez determinado que quiero liso y sedoso, que promete que ayudará a reducir el encrespamiento hago mi elección y me voy a casa de lo más contenta.
Pero la suerte no siempre está de nuestra parte, después de cenar me pongo con la sencilla tarea de lavarme el pelo y descubro que me impresionante elección de liso y sedoso no está haciendo la espuma requerida para dejar limpio mi abundante pelo. Echo más champú y el resultado no mejora, así que pruebo con un poco más.

En un momento de lucidez, miro el estupendo bote nuevo y aaahhhh no es champú. Tanta literatura en los botes ha vuelto despistarme. El comprado un estupendo bote de acondicionador, tengo una estupenda mata de pelo llena de acondicionador sin haberlo lavado primero. La compra de champú era urgente porque mi bote se había acabado. Así que saco la pastilla de jabón chimbo de toda la vida, que casi no hace espuma pero si limpia e intento deshacerme de todo el acondicionador.   Al día siguiente, otra vez la misma historia. Ir a la tienda a comprar champú porque ayer no quedó apañado y tengo que volver a lavarme el pelo.

He consultado con alguna de mis amigas y la respuesta, aunque menos rotunda, ha sido similar. ¿A vosotras os resulta fácil?