Nunca me ha dado por celebrar el cumpleaños del blog. En realidad ni me acuerdo de la fecha en que lo empecé. Pero el otro día me dio por comprobarlo, por curiosidad, y resulta que escribí mi primer post aquí el 29 de enero de hace exactamente cinco años. ¡Cinco años! ¡No me lo puedo creer! Al final va a ser verdad eso de que el tiempo pasa más rápido según te vas haciendo mayor…
Creo que un día de estos buscaré más información sobre Vilhem Hammershoi y reescribiré ese primer post sobre ese pintor que tanto me gusta.
El mejor regalo que se me ocurre hacerme es un logotipo para el cabecero del blog. Y, aunque hace poco que cambié su apariencia de arriba a abajo, no me había quedado contenta del todo, así que aún le di otra vuelta más. Tal como dije en esta entrada, menos es más, ¿no te parece?