Ya estoy de vuelta, con un tema que, por lo menos a mi, me parece muy interesante. Han empezado las rebajas y nuestras firmas preferidas nos bombardean con descuentos en redes sociales, con email marketing, en las portadas de sus webs.., es difícil resistirse, pero ¿y controlarse?
Yo tengo algunos tips para no andar como pollo sin cabeza comprando todo lo que tenga un descuento y me entre por los ojos. Soy muy prudente, creo que a todas nos cuesta mucho esfuerzo y sacrificio llenar la cuenta cada mes, y no me parece un buen plan fundir la tarjeta sin sentido, por ello sigo estas pautas, que la verdad me funcionan un montón. ¿Queréis saberlas?
Cómo aprovechar las rebajas sin despilfarrar
De entrada yo no soy de las que está esperando a que se cumplan las 10 de la noche, cuando Inditex inaugura las rebajas para arrasar o volverme loca, tampoco me voy a pelear con nadie a las 9 de la mañana en la puerta de las tiendas, y cuando me paso por alguna de mis preferidas, si reina el desorden y la multitud, me doy media vuelta y me marcho por donde he venido.Soy muy práctica en ese sentido, realmente no siento esa necesidad de comprar por comprar, y siempre tengo muy claro si en ese periodo necesito hacer compras o puedo prescindir de ellas. Os diré más, he tenido eneros y julios, que si me he pasado por alguna tienda a cotillear que hay, ha sido por casualidad o porque he tenido un rato muerto sin saber que hacer por alguna zona de shopping, aunque eso tampoco quiere decir que no haya estado atenta a ellas.
Dicho esto, tengo algunos truquitos para no pasarme y comprar con cabeza en rebajas si es que, realmente lo necesito. Son los que os voy a numerar a continuación:
1. Una lista para lo que necesito. Por norma general, siempre uso uno de los últimos apartados de la agenda para hacer listas de cosas que necesito; un básico que echo en falta, reponer alguna prenda o accesorio que ya esté muy gastado, ver si falta algo en la decoración y el menaje de casa, o por ejemplo, ahora mismo, que es un periodo en el que mi vida profesional me está llevando a tener la necesidad de vestir más formal en algunas ocasiones, en esta lista tengo apuntadas camisas, blazers incluso un traje porque pienso que va a ser perfecto para quitarme muchos dolores de cabeza con el "que me pongo".
2. Una lista para lo que quiero. No es lo mismo, una cosa es lo que necesito y otra lo que me entra por los ojos, pero esto no va primero. Es cierto que siempre estoy atenta a las nuevas tendencias, intento estar al día de aquello que se lleva, y me gusta incorporar a mi estilo lo que más me atrapa, pero siempre priorizando y evaluando con calma; me puede gustar mucho algo cuando lo veo en la modelo de la tienda, o si os lo veo a alguna de vosotras, pero lo importante es como me va a sentar a mi, si se adapta a mi figura y a mi estilo es algo que tengo muy en cuenta. Por tanto, evaluar lo que sí, y lo que no, hace que esa lista no se haga extensa.
3. Marcar un presupuesto. Esto después de tanta lista, es primordial. Para este periodo tengo estas necesidades, estos caprichos, y este dinero. Si cubrir las necesidades implica fundir el presupuesto, entonces los caprichos pueden esperar. Esto me lleva al siguiente punto, técnica para conseguir lo máximo de las dos listas.
4. Evaluación previa a las rebajas. Si tengo tiempo una o dos semanas antes de que den comienzo, me doy un paseo por mis firmas preferidas, valorando lo que hay y la disposición de la tienda, no es muy complicado ver que estará de rebajas en unos días y que mantendrán sin descuento. Siguiendo mis listas e intuición, me pruebo aquellas prendas que me encajan para saber que me sienta bien y lo dejo bien fichado para coger exactamente eso en rebajas, si es que llego a tiempo claro.
5. Calidad antes que cantidad. Esto es lo más importante siempre que tengo que hacer compras, prefiero tener menos ropa, pero que la que tengo sea buena. Ya sabéis que soy muy fan de los tejidos naturales, huyo del poliester y los sintéticos, prefiero quedarme con el algodón, el lino, la lana... En otros periodos odiaba quedarme sin una blusa después de dos lavados porque ha aparecido algún agujerito, o porque las costuras se han torcido dejado un efecto feo a rabiar, no voy a gastar el dinero en calidades pésimas y tirarlo a los dos días, para mi es lo mismo que coger un billete y prenderle fuego.
¡Espero que os haya gustado el post!
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