5 Consejos para Decidir si Romper con tu Pareja

Por Psipositivo @Psi_Positivo

El eterno dilema moral con en el que todos y todas, en algún momento de nuestras vidas nos hemos encontrado. Romper o no romper, seguir o no seguir… Sin duda, una gran decisión. Se trata de un proceso complejo que requiere un gran nivel de reflexión y una búsqueda constante de soluciones para lograr acercarse lo máximo posible a la decisión adecuada. Por otra parte, quiero que entiendas que este artículo no es una invitación a que rompas deliberadamente con tu pareja, sino que se trata de una fuente de inspiración para que alcances una mayor conciencia sobre lo que sientes por la otra persona y así, tomes la decisión que más te convenga.

ANTES DE TOMAR LA DECISIÓN

Antes de plantearte si quiera tomar una decisión al respecto, me gustaría que pensases en todas las implicaciones que esto puede tener en tu vida. Como todo acto, este también tiene sus consecuencias¿Realmente estás preparada/o para tomar esta decisión tan importante? Quizás parezca absurdo, pero debes tener en cuenta que una vez comiences el proceso no habrá marcha atrás. En el mismo momento en el que pronuncies las palabras “cariño, tenemos que hablar” todo cambiará para siempre. La metáfora del papel arrugado lo explica perfectamente: coge un papel liso y blanco, arrúgalo y a continuación vuelve a alisarlo. ¿A quedado igual que antes? ¿No, verdad? Quieras o no quieras, la otra persona sufrirá, eso es inevitable¿Pero que otra opción tienes? ¿Seguir con esa persona para no hacerle daño? ¿No crees que eso le hará más daño todavía? El amor siempre lleva consigo dolor, es una ley de la naturaleza. Sea como sea, si decides seguir adelante, te ofrezco 5 consejos para ayudarte con tu decisión.

5 CONSEJOS PARA DECIDIR SI ROMPER CON TU PAREJA

(Adaptado de D´Zurilla y Nezu, 1982)

1- CONFÍA EN TU CAPACIDAD PARA DECIDIR

Si vas a tomar una decisión tan importante como esta, es fundamental que confíes en tus propias capacidades para resolver la situación. La toma de decisiones suele provocar una gran cantidad de dudas y un gran nivel de incertidumbre, y precisamente por eso, cuanto más confíes en que podrás resolverlo, más probable será que lo consigas. Del mismo modo, los pensamientos del tipo “no se que hacer”, “no se como actuar”, “¿le estaré haciendo daño?”, “¿será la decisión correcta?”, etc. limitarán dicha capacidad y te provocarán un mayor nivel de ansiedad. Por tanto, si crees que puedes solucionar un problema y diriges tus esfuerzos a solucionarlo, las probabilidades de conseguirlo aumentarán de forma considerable.

Consejo: Indaga en tus pensamientos y localiza aquellos que impidan que avances hacia una solución eficaz. Puedes crear pensamientos alternativos tales como: “voy a poner fin al problema”, “buscaré soluciones eficaces”, “no puedo posponerlo más”, etc.

2- DESCUBRE POR QUÉ TU PAREJA NO FUNCIONA

Si te estas planteando romper con tu pareja es porque algo no funciona. Es más, estoy seguro de que no existe una sola causa, sino que tienes múltiples razones para querer poner fin a tu relación. Los problemas de pareja, al igual que el resto de problemas en la vida, se generan por muy diversos motivos. Es por ello que en este momento, será muy importante que definas de forma precisa, cuales son esos motivos.

Para hacerlo, debes tener en cuenta que todos y todas tenemos una serie de necesidades emocionales, racionales y sexuales, que en el caso de no ser satisfechas, se convertirán en la base de los problemas de la pareja. Por otro lado, estos tres aspectos están relacionados con lo que una persona necesita para sí misma y con lo que espera que le ofrezcan los demás. En definitiva, un problema puede tener una base emocional (“ya no siento nada”, “ya no lo quiero”, “me siento triste”, etc.), racional (“somos muy diferentes”, “siempre quiere estar en casa y a mi me apetece salir”, “somos incompatibles”, etc.) o sexual (“no funcionamos en la cama”, “ya no me excita”, “el sexo es muy rutinario”, etc.).

Consejo: Busca tus posibles razones o causas del problema y enmárcalas dentro de cada uno de los tres ejes de las necesidades (emocional, racional y sexual). Del mismo modo, también puedes enmarcar todos aquellos aspectos de tu vida y de tu pareja que creas que están siendo satisfechos.

3- BUSCA DIFERENTES SOLUCIONES

Ahora que conoces los motivos o las causas por las que tu relación de pareja no funciona, es el momento de empezar a buscar soluciones. Lo cierto es, que para cada problema existen cientos de alternativas diferentes. Cuantas más alternativas contemples y cuanto más variadas sean, mayor probabilidad tendrás de alcanzar una decisión adecuada. Sin embargo, en la práctica, esto puede resultar un incordio y quizás no tengas el tiempo necesario para pararte a pensar en todas las alternativas posibles. De todos modos, es fundamental que generes algunas posibilidades y que priorices aquellas que te resulten más factibles, más realistas y con más posibilidades de funcionar para tu caso particular.

Consejo: Piensa en 5 alternativas a tu problema. Algunas de ellas pueden ser: hablar con tu pareja y cambiar ciertos aspectos de la relación, acudir a terapia de pareja, pedir consejo a tus amigos o amigas, etc.

4- PRUEBA LAS DIFERENTES ALTERNATIVAS

Aquí empieza la toma de decisiones. Se trata de un ejercicio de ensayo y error, en el que la calidad de tus alternativas, el tipo de problema que exista y tu actitud ante ese problema, determinarán el futuro de dicha decisión. Del mismo modo, a medida que implantes soluciones tendrás que ir valorando si son efectivas o no. Si una de las alternativas funciona, problema resuelto. En caso de no surtir efecto, tendrás que probar con la siguiente. En último caso, y si ninguna de ellas es la adecuada, sólo te quedarán dos opciones: crear nuevas alternativas o romper la relación.

Consejo: Implanta las diferentes alternativas de solución y comprueba su efectividad.

5- LA DECISIÓN FINAL

Supongo que llegado este momento sabrás lo que quieres hacer y que decisión tomar. Sólo queda un pequeño detalle: hacerlo. ¿Cómo puede ser que algo que parece tan sencillo y resulte tan complejo al mismo tiempo, verdad? No obstante, ha llegado el momento de hacerlo y aceptar las consecuencias, sean buenas o malas. Has recogido información, has reflexionado sobre la situación, has propuesto soluciones…, pero queda algo: tomar la decisión. Te diré, que a pesar de lo que pueda parecer, la toma de decisiones no es algo racional, sino que está más bien determinado por las emociones, ya que tal y como postula Damasio (2006), “una decisión tomada sin emoción es altamente probable de estar equivocada”.

ConsejoPiensa en lo que quieres, en lo que realmente te hace feliz, en tu vida, en tus necesidades y toma una decisión en consecuencia. Los daños colaterales son y fueron inevitables desde el mismo momento en el que decidiste empezar tu relación de pareja. El amor, siempre lleva consigo dolor, es una ley de la naturaleza.

 Jorge Fresco