La mayoría de las veces cuando vamos a escoger el tejido para nuestro traje de flamenca, sólo nos fijamos en que nos guste la tela, en el color, o si está a la moda, y sin embargo, olvidamos otros aspectos muy importantes. A continuación doy cinco consejos para no llevarnos ninguna sorpresa cuando el traje está confeccionado.
1. Asegúrate de que el tejido NO destiñe. Es fundamental saber si el tejido que vas a comprar sufre cambios de color al tener contacto con el agua o con el sudor, pues te puedes llevar alguna que otra sorpresa. En el momento de la compra puedes preguntar al vendedor si destiñe o no ese tejido y cuáles son las indicaciones de lavado.
2. Un poco de elastano no viene nada mal: En el caso del cuerpo y los brazos, es recomendable utilizar tejidos con algún porcentaje de elastano o spandex, pues no solo aporta una mayor adaptación al cuerpo sino que resulta mucho más cómodo de usar. Para los volantes podemos utilizar cualquier otra composición dependiendo del modelo que hayamos elegido. Los trajes de flameca de mi tienda son todos elásticos y poco pesados, muy cómodos de llevar.
3. ¡Atención! No a los colores flúor en todo el vestido. Sobre todo si pasas por debajo de naranjos con mosquitos de primavera, les atrae los colores flúor.
4. Cuidado con los tejidos muy delicados. Si escogemos el tejido demasiado delicado, como gasas o encajes, debemos tener cuidado dónde nos sentamos o dónde nos arrimamos porque fácilmente puede producirse enganchones indeseados.
5. ¿Con cuerpo o con caída?. Hay que tener muy claro el modelo que vamos a elaborar. Si queremos un resultado con volumen y que quede más tieso, miraremos popelines y algodones con cuerpo, cancán o organdí o piqué. Si nuestro diseño es más lacio, debemos buscar telas con caída, como el encaje, el plumeti, las gasas o algodones con menos apresto.