No se trata simplemente de que sepas que eres pecador, o que el pecado entró al mundo por medio de Adán y Eva.
Es necesario que entiendas y comprendas qué es el pecado, de dónde provino, cuales son las consecuencias del pecado, quienes pecan y cuál es la solución.
Para que de ese modo puedas, sin traba alguna, presentar un evangelio que es la solución al pecado de cada ser humano.
Entonces surge una pregunta crucial: ¿Cómo hablar sobre el pecado con un niño?
Es decir, cómo hacer que un niño entienda que a su corta edad es pecador y que necesita un salvador.
¿Suena imposible verdad?
Así que me animé a escribir este artículo con el fin de ser ayuda en tu tarea de hablar sobre el pecado con los niños.
He intentado ser lo más entendible que sea posible y espero haberlo logrado.
Además, he dividido este artículo en 5 puntos que creo son esenciales para hablar sobre el pecado con cualquier persona (hasta con niños).
Tú puedes enseñarlos en una sola hora de plática o elegir hacerlo como una serie: un tema por día.
Es tu elección.
Sin embargo, los niños aprenden mejor cuando se les repite las cosas. Hasta lo recuerdan muy bien.
Por eso, te sugiero que seas paciente y constante. No te guardes nada.
Un niño tiene la capacidad suficiente como para comprender cualquier tema. No lo subestimes.
Entonces, ¿empezamos?
Si es así, continua leyendo. Esto va a ser una tremenda bendición.
1. ¿Qué es el pecado?
Es muy complicado hablar de pecado con niños en edad temprana (2-4).Conforme vayan creciendo es importante ampliar en ellos el concepto e ir aclarando la idea de que el pecado es mucho más que las cosas malas que hacemos.
Podríamos decir, por ejemplo, que el pecado es hacer lo que queremos en lugar de hacer lo que Dios quiere.
En otras palabras, el pecado es cuando actuamos como nuestro propio dios en lugar de dejar a Dios ser Dios.
Es fundamental que los niños entiendan que el pecado es algo más que una cuestión de comportamiento.
Que el pecado viene del corazón (Mt. 15:18-19)
Por ejemplo.
Un niño al que no le agrada compartir su almuerzo con su compañerito, tiene como pecado el egoísmo.
Una niña que ve televisión y les dice a sus padres que está haciendo la tarea, tiene el pecado de la mentira.
A todo esto lo psicólogos podrían llamarlo locura o tontería.
De hecho, ellos dicen que este tipo de actitudes son solo conductas (travesuras) propias de la infancia.
Sin embargo, todos sabemos, tal como dice la Biblia, que todos hemos pecado y estamos destituido de la gloria de Dios. (Ro. 3:23)
Y que el pecado habita en nosotros desde que estamos en el vientre de nuestra madre. (Sal. 51:5)
2. ¿Quiénes cometen pecado?
La Palabra de Dios dice que todos hemos pecado y, por esa razón, estamos destituidos de la gloria de Dios. (Ro. 3:23)Por tal motivo, es necesario que un niño sepa que el pecado no es excluyente de nadie. Ni siquiera de ellos.
Además, debe saber que el pecado está en nuestra naturaleza a causa de la caída de Adán y Eva en el huerto del Edén.
Que no se trata de una conducta mal formada o permitida por padres consentidores.
Yo le explicaría esto a un niño de la siguiente manera:
La Biblia dice que todos estamos hechos a imagen de Dios. Eso significa que Dios nos diseñó usándose como modelo.
Somos creativos porque Él es creativo. Somos expresivos porque Él es expresivo. Reímos porque Él ríe también. Sabemos amar porque Él sabe amar.
Pero un día el pecado entró en el mundo y todo aquello hermoso que éramos se arruinó.
Dice la Biblia también que todos hemos pecado. Tú pecas cuando mientes y desobedeces a tus padres o cuando le dices algo malo a tu hermanito o hermanita.
Yo peco cuando soy intolerante con mis hijos, cuando grito, y cuando intento resolver los problemas a mi manera y no a la manera de Dios.
Tus maestros de la escuela pecan, tus hermanos y hermanas pecan, tus padres pecan, incluso, tu pastor peca.
Solo ha existido un hombre en toda la tierra que vivió una vida totalmente libre de pecado. Ese hombre fue Jesucristo.
3. ¿De dónde viene el pecado?
La Biblia, en Génesis 3, es muy clara al señalar que el pecado entró en el mundo a través de la elección de Adán y Eva de desobedecer a Dios.Usando el relato desde Génesis 1 hasta Génesis 3, se puede explicar a un niño como es que el pecado que inició en Adán y Eva ha traspasado hasta nosotros.
De manera que el pecado es como un apellido que una persona recibe de sus padres, que a su vez lo recibieron de sus padres, y así sucesivamente.
Y de la manera que no puedes escoger tu apellido —pues es de nacimiento— así es con el pecado.
No puedes elegir no nacer con pecado, pues es de nacimiento.
4. ¿Cuáles son las consecuencias del pecado?
Un niño debe comprender por completo que Dios odia el pecado. Es decir, Él no solo está irritado o fastidiado por el pecado, ¡Él lo odia!Además, debe entender que Dios es perfecto y sin pecado.
Él nunca ha pecado.
Y es tan puro que no puede convivir con la gente que hace pecado.
No creo que duela o sea complicado explicar a un niño que todo esto es la Santidad de Dios.
Lamentablemente, este tipo de conceptos no se les comenta a los niños. Solo se les habla y enseña de un Dios que quiere ser su amigo.
Aunque es totalmente cierto, también es cierto que Dios no puede ser amigo del pecado.
Y creo que en honor a la verdad y por amor a las almas de los niños, se les debe hablar del verdadero carácter de Dios.
Sin medias tintas.
5. ¿Cuál es la solución para el pecado?
Por fin, ¡llegamos a las buenas noticias!Al enseñarle a un niño sobre el pecado, es fundamental estar ligado a la noticia de la cruz, y mostrarle que nuestro pecado tiene solución.
Podrías usar un argumento parecido al siguiente:
Recuerda que aprendimos que el pecado es una actitud del corazón. Que se trata de ser nuestro propio dios en lugar de seguir al verdadero Dios.
Si el pecado fuese solo malas acciones, podríamos señalarlas y corregirlas inmediatamente. Pero el pecado es del corazón, y solo Dios puede cambiar tu corazón.
Recuerda también que fuimos creados a imagen de Dios. O sea, éramos una creación perfecta y esa perfección fue rota por el pecado.
A partir de ahí, mientras nos mantengamos en pecado viviremos lejos de Dios. Porque Dios no puede relacionarse con gente que hace pecado.
Además, nuestro pecado tiene consecuencias, y la consecuencia más desastrosa es vivir para siempre sin Dios. ¿Parece algo malo, no?
Afortunadamente Dios tenía una solución para nuestro pecado, incluso, antes de que hiciera la tierra y al hombre.
Él sabía que íbamos a pecar y que alguien debería pagar el precio por ese pecado.
Así que, nos amó tanto, que envió a la tierra a su único hijo, Santo y perfecto, a morir por nosotros y recibir el castigo que merecíamos a causa de nuestro pecado. (Jn. 3:16)
Por tal motivo, cuando aceptamos a Jesucristo es nuestro corazón, Dios ya no nos mira como pecadores, sino como sus hijos sin pecado.
Por último
Los niños deben entender que recibiendo en nuestra vida a Jesucristo nos libera de la esclavitud del pecado, pero no nos hace sin pecado.Es decir, los cristianos siguen pecando a pesar de no querer pecar.
Además, deben estar seguros de que esto no significa que no sean salvos.
Al contrario, Dios sigue obrando en ellos para que puedan ser consientes en su pecado y así esforzarse por pecar menos.
Pero que no son hechos al instante sin pecado.
En su lugar, deben aprender a arrepentirse inmediatamente.
Por tal motivo, tienes también la responsabilidad de enseñarle a un niño que el arrepentimiento es más que decir lo siento.
Que el arrepentimiento es admitir el pecado delante de Dios y verdaderamente alejarse de ese pecado para siempre.