5 Formas de Ayudar a alguien que está Estresado y qué hacer cuando lo estés tú.

Por Sedona

NO TE RELAJES. ESTRÉSATEHace bastantes años, cuando no sabía lo que era el coaching, y mucho menos el coaching ejecutivo y organizacional que me ahora me da de comer, en una época en la que estaba bastante estresada, me encontraba a veces con gente que me decía “tienes que relajarte más”, “relájate”, “deberías relajarte”, y otras frases que seguro que te resultan familiares. ¿Alguna vez te lo han dicho?Recuerdo que más de uno se llevó una respuesta bastante tajante y nada “relajada”. Me producía bastante irritación y hasta cabreo que la gente me dijera que me relajara. Había veces que para evitar una tormenta mayor me callaba, pero algunos se llevaron un ¿te crees que soy gil…….? ¿no crees que si pudiera relajarme más lo haría? BUSCANDO SOLUCIONES Y NO ENCONTRÁNDOLAS.Aunque siempre he sido bastante activa, un poco hiperactiva a veces (siempre he hecho varias cosas al mismo tiempo) probé con tai-chi, el yoga lo veía demasiado estático para mi gusto. Realmente era genial hacer tai-chi, no te voy a hablar de los múltiples beneficios para la salud física y mental del tai-chi porque seguro que los sabes.¿Has hecho tai-chi alguna vez? Si lo has hecho seguro que habrás sentido lo beneficioso que es, y cómo ayuda acabes relajado y con sensación mayor de bienestar. Pero para mí no era suficiente. Durante el tiempo de clase genial. Media hora más tarde mi cabeza empezaba a bullir de nuevo mucho más rápido de lo que podía procesar. Así que probé con meditación mientras seguía con el tai-chi, así tendría los efectos de las dos cosas, es estos casos más es más.No me resultaba fácil la meditación, pero usándola todos los días me fue resultando más sencillo hacerla. Me pasaba lo mismo que con el tai-chi, aunque lo disfrutaba menos. Estaba más calmada durante la meditación pero al cabo de un rato volvía a las mismas. SI NO SABES CÓMO SOLUCIONAR UN PROBLEMA, AL MENOS NO LO EMPEORESLo que quiero decir es que soy una solucionadora de problemas nata. Cuando hay un problema lo primero que hago es ver cómo lo puedo solucionar. Por eso entenderéis la irritación cuando gente sin duda bienintencionada me decía “relájate”. ¿Y qué demonios te crees que estoy haciendo? ¿Regocijándome en mi estrés? Lejos de ayudar, esas bienintencionadas sugerencias, conseguían el efecto contrario. ¿Te han dicho alguna vez en medio de un soberano cabreo que te tranquilices? ¿Lo has hecho? Claro que no, cuando estamos cabreados no queremos calmarnos, queremos estar cabreados. Y si en ese estado altamente emocional y poco racional nos dicen que nos calmemos posiblemente nos enfadaremos aún más.Y ya no hablemos de cuando quien te dice que te relajes es un histérico-a empedernido. Eso me sacaba de quicio, lo reconozco. Ahí el cabreo es casi inevitable y claramente comprensible, si te pasa tienes mi comprensión y mi beneplácito incluso, te dan ganas de decir “le dijo la sartén al cazo”, y sí, alguna vez lo dije, lo mejor es que, en un ejercicio de ignorancia personal, me contestaban que ellos estaban muy relajados.

ENCONTRANDO SOLUCIONESNunca me verás u oirás decirle a alguien que se relaje, y te recomiendo que tú no lo hagas tampoco. Hubo dos amigas que me dijeron que no me veían bien y que si había pensado en buscar ayuda. Y la busqué, aunque no fue muy efectiva tampoco. Lo que me llevó a seguir buscando hasta que encontré el Método Sedona. Lo sigo usando todos los días, entre cada sesión para hacer limpieza total y empezar con cada cliente en blanco, totalmente concentrada y centrada en él (el 80% de mis clientes son hombres) y las maneras de ayudarle. Y también lo uso después de la última sesión por la noche, porque acabo con muchísima energía y tengo que bajarla para quedarme dormida.
QUERER RELAJARSE NO FUNCIONA COMO TÉCNICA DE RELAJACIÓNNo es cómodo, ni agradable, no poder relajarse. De hecho si te pasa probablemente sientas angustia cuando intentas hacerlo y no funcional. Y obviamente si todos tuviéramos las herramientas para hacerlo lo haríamos. También es cierto que no nos damos cuenta de todas las situaciones problemáticas que afrontamos cada día y de su impacto en nuestras emociones. No “necesito” usar técnicas en medio de cada sesión, pero sé que soy más efectiva cuando lo hago y me siento mejor, voy vaciando el vaso antes de que esté medio llevo.Es curioso. Como sabéis mis clientes son estadounidenses casi al 100%. Muchas veces, sabiendo que soy española, me dicen es que nosotros (por ellos) no sabemos relajarnos como los españoles. Me echo a reír invariablemente. ESPAÑOLES ESTRESADOSLa última vez fue el lunes pasado. En una entrevista por internet con una organización americana de coaching y Liderazgo, (con la que voy a empezar a colaborar como asociada, ¡yuhuu!) el Presidente me comentaba la diferencia que debía ver en el estrés de los americanos en comparación con los españoles.  Le dije que no, que incluso gente del ámbito financiero con responsabilidades milmillonarias (que podían suponer que les echaran en cualquier momento) tenían el mismo nivel de estrés que gente de aquí con trabajos con menos responsabilidad (aunque no con menos presión por parte de sus jefes). Aquí suele haber más presión en el trabajo, y menos respeto con los trabajadores, por ejemplo.Viajo bastante a Inglaterra y Estados Unidos, y si hay algo que he visto es que en España estamos mucho más estresados y tened en cuenta que hablo con gente que suele estar bastante estresada (por eso me pagan…) así que la comparación no es siquiera paritaria.Estar estresado y no relajado nos hace ser menos productivos, y por supuesto menos  competitivos.
POR QUÉ SOMOS MENOS PRODUCTIVOS Y COMPETITIVOS CUANDO ESTAMOS ESTRESADOSCuando estamos estresados, no pensamos con claridad, podemos perder hasta 10 puntos de cociente intelectual, lo que nos deja (salvo que seas superdotado)...TONTOS.Ahí queda eso, y espero que lo recuerdes, porque significa que tu trabajo no es tan bueno como crees o como puede ser, recuerda, 10 puntos menos, lo dicen los neurocientíficos.Y si encima viene alguien ahora que tu cociente intelectual está tocado, y a lo mejor estás cansado, quemado, y todos ados que quieras añadir, y te dice relájate…uf, la tormenta perfecta para desencadenar la tercera guerra mundial, aunque no tengas munición.Tengo un conocido que es un excelente abogado. Es buena persona, simpático, y muy buen abogado, ¿se puede pedir más? Le he mandado en el pasado a conocidos y familiares que buscaban un buen abogado porque lo era. Sí, lo era. La últimas veces que lo ví tenía un nivel de inquietud y nerviosismo que hacía que tuviera que estar escaneando los alrededores continuamente (se llama respuesta de orientación y es una consecuencia de la búsqueda constante de peligros que significa que su amígdala está activada) y eso que se alegraba de vernos y expresaba su entusiasmo, pero no se podía estar quieto. Cambiaba de tema sin demasiado criterio y no escuchaba (ojo porque no podía) nuestros comentarios. Seguía hablando de su tema. Dejé de enviarle amigos, y cuando tengo alguna consulta voy a alguna otra persona porque si no puede prestar atención se le escaparán cosas, y de hecho los últimos conocidos que mandé no quedaron muy contentos con su trabajo.
LAS SOLUCIONES: QUÉ PUEDES HACER

Espero que todo lo que te he dicho sea suficiente para que no le digas más a alguien que se relaje. Sí, puedes ayudarle a relajarse: 1.   Puedes preguntarle qué es lo que le preocupa (si no es del tipo del que no le gusta hablar de sus preocupaciones) y escucharle mientras se desahoga (ojo no recomiendo esto con los quejicas profesionales, como te agarre no te suelta en la vida)2.   Invitarle a una tila (café no,por favor) o a una manzanilla.3.   Preguntarle que cosas le relajan.4.   Invitarle a hacer deporte juntos. El ejercicio aeróbico ayuda a bajar los niveles de estrés.5.   Sacar un tema de conversación agradable para esa persona, su familia, un hobby, qué bonito día hace, …Muchas veces la tensión y la preocupación acumuladas y no expresadas convenientemente son los causantes de muchas dolencias físicas. No nos olvidemos que cuando el cerebro detecta un peligro pone en marcha una serie de reacciones fisiológicas para prepararnos para luchar o huir. Si en lugar de gritarle al jefe lo que tenemos en la cabeza y le queremos decir, ante una situación abusiva, por ejemplo, nos callamos. El mecanismo no se para solo. La adrenalina sigue circulando libre esperando ser utilizada. Si nos vamos a sentar en nuestra mesa a continuación, nuestro cuerpo nos estará pidiendo que completemos el ciclo que hemos iniciado, y que hagamos algo. Por eso nos sentimos inquietos, es esa sensación que no nos deja estar sentados en la silla y que parece que no nos deja pensar: natural, no tienes que pensar, por eso no puedes, tienes que huir o luchar con un depredador, sea tu jefe o tu suegra (la mía por cierto es un cielo así que no entra dentro de la categoría de depredador).QUÉ HACER SI ESTÁS ESTRESADO1. Ponerte a subir y bajar las escaleras hasta que estés cansado, es una buena estrategia para permitir que esa energía que hay a tu disposición se emplee y puedas volver al modo “homo sentadus”. 2. Escribir una carta de amor. Ya sé que te parece raro, pero créeme, funciona. 3. Leer Citas de Motivación


Pero si lo anterior no es suficiente, puedes ir buscando un monasterio zen al que retirarte, o si la vida monástica no es lo tuyo, un coach o psicoterapeuta que sea capaz de bajar tu nivel de estrés desde la primera sesión. Si no terminas más relajado y a gusto que cuando empezaste la sesión cambia de coach o psicotarapeuta, ya que significa que la sesión no ha funcionado, y no te engañes, no funcionará aunque vuelvas. Y por si no lo sabías el ROI (retorno de la inversión) del coaching es de más del 70% .También puedes apuntarte a mi próximo curso, que de momento son en tiempo real, pero dentro de poco empezaré a grabarlo para hacer un curso pregrabado. La ventaja es que podrás empezarlo en cualquier momento, y no como hasta ahora cuando organice uno.¿Te encuentras con muchos “tocadores de la moral”? ¿Te han dicho muchas veces que te relajes? Tus comentarios le dan vida a este blog, y son lo más importante de él. Gracias por regalarme uno.