Continuamente oímos hablar de “La Personalidad”. A menudo decimos o escuchamos decir a otros que existen ciertos aspectos de uno mismo que no se pueden cambiar porque forman parte de la personalidad, pero… ¿realmente es ésto así? ¿No se puede cambiar la Personalidad? ¿Nacemos con una forma de ser y con ella nos quedamos para siempre?
1. ¿Qué es exactamente la Personalidad?
Si nos remontamos a los orígenes de la palabra, encontramos que “Personalidad” viene del latín y hace referencia a la máscara que usaban los actores de teatro en la antigüedad. Alude tanto a la máscara externa que se ponían los actores como a las condiciones internas del propio actor.
La Personalidad viene definida como un patrón de pensamientos, sentimientos y conductas que hacen a cada persona única e irrepetible. Por ello, no existen dos seres que tengan idénticas personalidades.
2. ¿Qué características tiene la personalidad?
Existen dos dimensiones fundamentales que la conforman: El Carácter y el Temperamento. Ambas pueden hacer que la persona se expanda ó por el contrario, que tenga un desarrollo anómalo que resulte desadaptativo con respecto al entorno.
3. Entonces, ¿Qué es el Temperamento? ¿Y el Carácter?
El Temperamento es innato. Es algo con lo que se nace. Es estático o lo que es lo mismo, no cambia. Hace referencia a los instintos, las pulsiones, los deseos. Aquello que es más propio del ser humano.
El Carácter, sin embargo, es profundamente dinámico. Se va construyendo a lo largo de la vida a través de todas las vivencias que ha tenido la persona. Está muy relacionado con el aprendizaje, la cultura, la socialización, la familia.
Estas dos características hacen referencia a la relación que existe entre lo innato y lo adquirido. Relación entre la herencia y el ambiente. Siendo el ser humano fruto de la relación entre ambos, entre lo heredado y lo adquirido como consecuencia de la relación del individuo con el medio.
4. ¿Qué relación tiene todo esto con el trastorno de la personalidad?
Podemos decir que ante una experiencia vital determinada y en un momento dado, un sujeto puede ser más vulnerable que otro y desarrollar un proceso psicológico de defensa anómalo. El cual, si se perpetúa en el tiempo, puede generar un trastorno de la personalidad.
Una persona con Trastorno de la Personalidad, presenta un patrón permanentemente inflexible en su manera de percibir y relacionarse con el mundo y en su forma de pensar acerca de la relación que existe entre su mundo exterior y su yo, desviándose así de las expectativas culturales. Las personas con Trastorno de la personalidad, tienen un rango más limitado de emociones, actitudes y conductas con las cuales afrontar las tensiones de la vida cotidiana.
5. Y bien, conociendo ya el concepto de personalidad ¿Podemos encontrar distintas tipologías dentro de ella?
Ya en el Siglo V a.c, Empédocles distinguía diferentes tipos de personalidad surgidos a partir de los cuatro elementos (aire, agua, fuego, tierra). Posteriormente; lo retomó Hipócrates, quien a partir de cuatro elementos (Flema, bilis amarilla, bilis negra y la sangre) establecía distintos tipos de personalidad:
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- “El Sanguíneo” son personas sociables, adaptativas, agradables, poco responsables, superficiales, positivas.
- “El Flemático” es un tipo de personalidad contrario al sanguíneo. Se trata de personas más reflexivas, organizadas, tolerantes aunque quizá un poco rígidas. No es líder social como el Sanguíneo, pero si es un líder para la tarea.
- “El colérico” es un tipo de persona expansiva, sociable. Aquí su característica fundamental es que puede ser muy rígida en sus planteamientos.
- “El melancólico” es respetuoso, sensible a las normas, con una gran vida interior. Este tipo de personalidad suele experimentar sentimientos de culpa e inferioridad.
Para finalizar, hemos de diferenciar dos conceptos muy importantes dentro de la personalidad. Estos dos conceptos son “Rasgo” y “Estado”.
Rasgo de personalidad es algo que constituye la persona. Se trata de una Reacción continúa y frecuente en el repertorio de conductas del sujeto.
Estado es algo pasajero. Puede ser, por ejemplo, una conducta que surge como consecuencia de haber tomado dos copas más.
Por ello, hemos de tener en cuenta varios aspectos a la hora de conocer qué entendemos por Personalidad.
- Saber qué conductas son constantes, cuáles son pasajeras.
-Conocer cuál es nuestro temperamento y cómo se manifiesta nuestro carácter.
- Diferenciar lo que es innato de lo que es aprendido y observar nuestra manera de adaptarnos al medio.
Todo ello nos puede ayudar a conocernos un poco más, saber qué podemos mejorar, qué depende de nosotros y podemos cambiar y en consecuencia, aprender cómo podemos mejorar nuestra personalidad.