Hoy os traigo la segunda parte de esta lista de obras que compartía con vosotros la semana pasada. En esta segunda ronda hay bastantes que no he leído, porque no coincidió… ¿Qué me contáis vosotros?
El tesoro de Sierra Madre, de Bruno Traven. Tengo que reconocer que no conozco este libro. Parece ser que hay una película protagonizada por Humphrey Bogart, pero que no he visto tampoco. Va para mi lista…
Papeles póstumos del Club Pickwick, de Charles Dickens. Este año ha sido el bicentenario de Dickens, y a raíz de ello me he dado cuenta de que no he leído absolutamente nada suyo. Aun estoy buscando una novela en la que iniciarme, y ¿Por qué no? Esta puede ser la que elija.
Robinson Crusoe, de Daniel Defoe. Otra que leí varias veces de niña. Creo que la primera vez debía tener 7 años, y cogí un buen número de novelas juveniles que había pertenecido a mi padre y a mis tíos. La historia es tremendamente adictiva, tanto para niños como para adultos.
Las aventuras de Arthur Gordon Pym, de Edgar Allan Poe. Lo más seguro es que la haya leído, pero no recuerdo nada. A los 11-12 sufrí una Poemanía, por la cual devoré casi todo lo que cayó en mis manos. De aquella época recuerdo algunos de los cuentos que más me impactaron, pero no mucho más. Esta historia va de cabeza a mis relecturas.
Sandokan, de Emilio Salgari. De este autor leí únicamente El corsario negro, y esta historia ha quedado relegada por un motivo un tanto extraño: hay una película (o serie) a la que mi madre le tenía bastante manía, y yo me quede durante toda la infancia con la coletilla de que era algo que no me iba a gustar. Evidentemente, con los años descubrí que nuestros gustos no eran parecidos ni de lejos… así que tendré que remediarlo.
El viejo y el mar, de Ernest Hemingway. La leí en enero de este año, y creo que si lo hubiera hecho antes, no la hubiera disfrutado como debería. Que conste que me esperaba más de un clásico tan grande, y me defraudo un poco. Aunque eso no quiere decir que no haya que leerla... casi obligatorio.
El último mohicano, de Fenimore Cooper. Otra que ha quedado relegada por prejuicios. Que daño nos hace el cine (y los consejos de las madres).
Las cenizas de Angela, de Frank McCourt. Lo leí a los 17, un momento perfecto en el que la historia me impactó tremendamente. Años después cogí “Lo es” su continuación, que me resultó muy adictiva, pero en la cual el personaje perdía un poco del carisma. Aun tengo pendiente la tercera parte, “El profesor”
El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez. Creo que la leí el año pasado, en una edición con la portada de la película. Como casi todo lo que he leído de García Márquez, me encantó, aunque aun me pregunto cómo habrán hecho la adaptación.
El misterio del cuarto amarillo, de Gaston Leroux. Hace tiempo que revisé algunos de los clásicos de la novela negra que me quedaban por leer, así que ya está apuntada.
Rebelión en la granja, de George Orwell. No recuerdo que edad tenia, pero sí que fue en mi época de instituto, tal vez a los 14 o 15. Tuve que darle bastantes vueltas de aquella, y comentar con otras personas, para encontrarle el significado que realmente tiene. Tal vez sea mejor dejarlo para un poco después, cuando se sepa un poco mas de historia.