En esa ocasión “…nos hemos referido a la escasa representación que tienen los niños en el texto constitucional (https://pedsocial.wordpress.com/2014/12/04/la-constitucion-y-los-ninos/). Apenas se refiere a unos derechos que protegen los convenios internacionales que, de no existir, dejaría sin presencia al colectivo infantil. Y también nos hemos quejado que en la CE figure el derecho a la vivienda y, en cambio, no el derecho a los alimentos (https://pedsocial.wordpress.com/2016/12/20/seguridad-alimentaria-la-seguridad-del-acceso-a-los-alimentos/) o la inexistencia de una regulación de la filiacióny/o adopción que mantiene en la precariedad miles de niños sin padres válidos (https://pedsocial.wordpress.com/2016/07/11/la-compleja-situacion-de-la-adopcion-en-espana/)….”
En los meses transcurridos la Constitución española ha sido mencionada en círculos políticos, cabeceras de diarios, tertulias televisivas y declaraciones de autoridades más veces que en los 38 años anteriores juntos. Algo falla cuando se tiene que hacer referencia constante a un texto legal que, por más que quieran unos y otros, no pasa de ser eso: un texto legal. La adscripción de grupos sociales o colectivos según su relación con ese texto legal, la división entre constitucionalistas y anti-constitucionalistas, es una clara evidencia de que existe una crisis, en el texto y en su interpretación, así como su validez y vigencia. No hace falta indagar mucho para comprender que el determinante de todo ello es el actual conflicto entre Cataluña y el estado, y la obviedad que en el desacuerdo está que la Constitución beneficia a unos y perjudica a otros. Y eso requiere una solución, que solo puede ser política.
En cualquier caso, insistimos en lo que reseñamos en el párrafo superior: la Constitución española no presta atención a los niños. Quienes la redactaron tenían la mente en otras cosas, por ejemplo mantener la pena de muerte, a instancias de los militares. De la única descendencia que se ocupan es de la del rey. Pues vaya…
X. Allué (Editor)