¿Tus cajones están llenos de cosméticos a medio terminar? ¿Compraste un labial y ahora no lo usas? Toma nota de estos 6 trucos para no malgastar cosméticos.
Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra, que se dice habitualmente. Pues en esto también. ¿Quién no tiene el neceser lleno de cosméticos a medio terminar? ¿Quién no ha “pecado” comprándose un perfume atraído por la publicidad y luego resulta que no era para tanto y ahí se quedó, en los cajones del cuarto de baño? Sigue estos 6 pasos para (intentar) no malgastar cosméticos (ni en cosméticos).
Prueba primero con muestras y tallas pequeñas
Si no estás muy segura de que esa crema te vaya a funcionar, no te gastes el dinero con dudas. En la mayoría de los comercios estarán encantados de facilitarte muestras e incluso muchas compañías y laboratorios cosméticos ofrecen la posibilidad de enviarte producto a casa.
Otra opción es empezar por comprar tallas pequeñas o los llamados tamaños de viaje. Esto es útil por ejemplo con perfumes, que suelen suponer un desembolso grande como para luego no utilizarlo y acabar regalándoselo a tu amiga una noche que vino a cenar.
Chanel acaba de lanzar una edición limitada de las tres fragancias de Chance, en tamaño de 35 ml. con unos frasquitos ideales que caben en la palma de la mano.
Si eres fan de la máscara They’re Real de Benefit, ahora también la encontrarás en talla mini. Así la pruebas primero y, si te gusta y te compras la grande, esta te vale para el bolso.
Acábalos antes de empezar otros
Sé que es fácil decirlo y que todos caemos en la tentación y nos compramos un nuevo colorete antes de terminar el anterior, bien porque nos cansamos o bien porque creemos que ya debe estar caducado (a veces es difícil terminar el envase de un cosmético, a no ser que una vaya como una puerta a diario). Haz una prueba y cuenta cuántos productos del mismo grupo tienes, cuántos coloretes, cuántos lápices de ojos negros, marrones…
Uno rosa, uno marrón, otro melocotón… Nos ponemos y esto no tiene fin.
No compres por impulsos
Que el envase es muy bonito, lo sabemos. Y el anuncio ideal, casi como una película. Y la chica encargada del departamento de cosmética te convenció, aunque tú solo ibas a por quitaesmalte que te había encargado tu hermana. Mantén la mente fría y, aunque sea en el momento de pagar, piensa si lo vas a usar, si lo necesitas y si no se parece sospechosamente a ese otro color de uñas que te compraste hace un mes…
Revisa el neceser
¡A revisar todo!
Abre los cajones del tocador y el baño. Abre las bolsas de aseo y los neceseres y ponte en plan zafarrancho de combate. Sácalo todo, ordénalo por grupos y ocurrirán varias cosas:
1) Tendrás que tirar algunos cosméticos porque crees recordar que son del año catapún, otros porque están en mal estado.
2) Comprobarás que tienes cosas repetidas o muy parecidas.
3) Y, lo mejor de todo, descubrirás cosméticos que están en perfecto uso, que te encantan pero que no te acordabas de que lo tenías. Será casi como si lo acabaras de comprar de nuevo (pero sin gastarte el dinero otra vez ;)).
La verdad que para estas cosas el orden en el tocador es fundamental. Si quieres ideas que te faciliten las cosas para organizar cosméticos, pincha aquí.
Apunta las fechas
Sabes que los cosméticos tienen fecha de caducidad. Y que una vez abiertos, cada uno tiene una duración aproximada (y si no lo sabes te lo explicamos aquí). El problema es que muchas veces tiramos las cajas y nos quedamos solo con el envase, y con el paso de tiempo somos incapaces de recordar desde cuándo lo estamos usando. Puedes apuntar esa fecha en la que empiezas a usarlo con rotulador indeleble en el mismo recipiente y así no tendrás dudas.
Reconócelo. Alguno habrá que esté caducado.
Resístete a las ofertas
Otra cosa difícil, pero el dos por uno y el tres por dos hace que nuestro armario esté lleno con gel de intenso olor a violetas que al principio nos hacía gracia y con el tiempo detestamos. Huye también de las oportunidades del tipo “con este perfume y por 10 euros más te regalamos la leche hidratante” (que a ti no te hace falta porque acabas de comprarte otra que es la que te ha recomendado el dermatólogo y que, lejos de costar 10 euros, cuesta 2).
¿Y tú? ¿Tienes algún truco para no malgastar cosméticos? ¡Queremos saberlo!