Nuestro hijo Alexander fue diagnosticado TDAH cuando apenas tenía 4 años. Ahora tiene ocho. Desde el primer momento fue un niño muy movido pero lo que nos llevó al diagnóstico fue una charla con su profesora de P4 que nos señaló la presencia de algunos déficits en clase. Por entonces ni sabíamos que era eso del TDAH. Encontramos un neuropediatra de mucho renombre cerca de casa y lo llevamos. Salimos de allí con diagnóstico TDAH y con tratamiento a base de Medikimet, Risperdal (¡CON SOLO 4 AÑOS!) y visita con la psicóloga cada mes (el niño no, nosotros). El primer día que le dimos Medikimet fue un desastre, el niño estaba histérico y no paraba de llorar. Llamamos y nos lo cambiaron por Rubifen. Entonces ya estaba en P5 y había días que no se lo dábamos pero la profesora lo notaba y nos llamaba la atención. Así pasó un curso y a final de curso dejamos de darle el Rubifen porque aunque a la maestra parecía que lo encontraba mejor con la medicina nosotros teníamos la percepción de que no era el mismo niño cariñoso de siempre, incluso le cambiaba la cara. Ya no pudimos más, algo no funcionaba pero ¿qué podíamos hacer?. De entrada buscamos un médico que le ayudara con algo más natural y así estuvo un año a base de Omega 3 y homeopatía y la verdad es que lo veíamos mejor aunque seguía muy movido y no centraba la atención en la escuela, a parte de algunos problemas psicomotrices que arrastraba de siempre y a los cuáles ningún médico de los que habíamos visitado hasta entonces dio importancia: “Todo es por el TDAH”, repetían. Se iba retrasando cada vez más en la escuela aunque las maestras ponían mucho de su parte y le ayudaban en todo. En ese momento supimos que había que dar otro paso adelante y empezamos a “investigar” por nuestra cuenta: compramos libros, buscamos por internet…La información era tan abrumadora que hasta creamos un blog para recogerla toda y que lo que nos servía a nosotros también sirviera a otras personas. Durante ese tiempo se fue dibujando la idea en nosotros de que lo que habíamos hecho hasta ahora era ocultar síntomas ¿no sería mejor tratar de buscar el origen de esos síntomas? Nuestro punto de partida fue PadresconAlternativas, donde descubrimos terapias de las que ni habíamos oído hablar y también profesionales más holísticos, más preocupados por ayudar a nuestro hijo, por encontrar qué le causaba sus síntomas, encontramos a la Dra. Ferré y la fuimos a visitar hará unos tres meses. De allí no salimos con un nombre para lo que le pasa a Alexander pero sí con una pequeña lista de problemas que le podían estar originando su hiperactividad, su falta de atención y sus dificultades en la escuela.
Encontró un asimetría en el cráneo que le provocaba presión, para esto fuimos al Osteópata (Dr. Castaign) que confirmó el diagnóstico de la Dra. Y empezó a trabajar intensivamente con el peque. El Dr. Castaign nos dijo algo que para nosotros es el pilar en el que asentamos nuestras decisiones: “Cuando le pasa algo al organismo este nos lo comunica con fiebre, pero la fiebre no es el problema sino lo que causa la fiebre. Pues el TDAH viene a ser la fiebre del sistema nervioso, algo no funciona pero no hay que eliminar el TDAH sino lo que provoca el TDAH”.
También nos dijo que no tenía la lateralidad bien definida (en principio es zurdo), la mano derecha la tiene prácticamente anulada. Para esto nos mandó unos ejercicios que hacemos en casa todos los días.
Y por último nos recomendó que fuéramos al optometrista para descartar problemas de eficacia visual que sospechaba que podía tener. Y efectivamente los tiene por lo que le visitó Marta Codina y realiza ejercicios también todos los días.
En cuanto a medicación sigue con Omega 3, Homeopatía y Flores de Bach, además de Melatonina para mejorar su calidad de sueño.
A nosotros todo esto nos parece ir a las causas.
Durante el verano hemos seguido yendo al osteópata y estamos encantados con él. En la última visita ya nos dijo que estaba mejorando mucho. También seguimos con la optometrista y con sus ejercicios diarios. Al final del verano ya los dominaba y nos los cambió por otros más complicados y según dice está mejorando mucho. No nos olvidamos de ir haciendo los ejercicios de lateralidad de la Dra, Ferrè, con la que tenemos visita dentro de 3 semanas, que será cuando podamos hacer una mejor valoración de los avances de Alexander. Esta semana se ha unido a nuestro "elenco" de profesionales una ortodoncista holística que nos recomendó el Dr. Castaign ( Osteópata), los dientes no le han salido muy bien, y que ha resultado ser una maravilla: La Dra. Melibea Vallvé. A los dos minutos de estar con Alexander ya supimos que habíamos encontrado lo que queríamos.
En cuanto a lo que notamos nosotros y los que están cerca de Alexander pues coincidimos en que está más tranquilo, de hecho hasta en el colegio le han quitado la etiqueta de hiperactivo y aunque sigue con problemas de aprendizaje evoluciona muy favorablemente. Por supuesto es un niño y también tiene sus días malos pero ya son los menos. Ahora mismo estamos centrados en que aprenda a leer bien y a que mantenga un poco más la atención. Ahora ya nunca digo: "Es que tiene TDAH", por muy cómodas que las siglas resulten ahora digo "Tiene dificultades de aprendizaje" y por dentro pienso :"De momento", porque tengo la certeza de que estamos en el camino correcto para ayudarle y de que él es capaz de superar todo esto como tantas otras cosas, a su corta edad, ya ha superado. De momento vamos bien.
Jordi de YO AMO A ALGUIEN CON TDAH