Por un lado, el Maryblog–como lo bautizó un amigo– cumple ya 6 años pero, por otro, los cumple más paralizado que nunca. Aunque sigo sin saber muy bien qué hacer con él, no podía dejar pasar un día de aniversario sin dedicarle unos minutos. Se lo debo por todos los buenos momentos que me ha hecho pasar…
¡Muchísimas felicidades, Marycot!