La verdad es que no sabíamos muy bien ni cómo empezar a escribir este post, ni que va a salir de aquí porque lo pensamientos se amontonan. Hoy es 14 de abril, nuestro estudio hace 6 años y seguramente hace un mes este texto hubiera sido muy distinto, seguramente mucho más alegre, pero también más banal.
No sé vosotros, pero por aquí tenemos la sensación de que estamos en ese punto en el que no podemos por un lado quejarnos, ni por el otro celebrar. Es como cuando contienes la respiración.
Si este post lo hubiésemos escrito hace un mes y medio, os contaríamos con una fiesta de por medio, que este año ha sido seguramente el mejor de emmme, que teníamos grandes proyectos entre manos y que estábamos notando el paso de la barrera de los 5 años. Hoy por hoy, seguimos en ese mismo punto, pero los meses venideros están llenos de miedos, incertidumbres y un reseteo total para intentar ajustarnos a la nueva realidad. A pesar de todo esto, queremos verlo como una nueva oportunidad y aquí vamos a seguir luchando día a día por ello. Qué curioso que la vida slow haya tenido que imponerse de esta manera. Ojalá nos hubiéramos dado cuenta de otra forma, sin la necesidad de tanta pérdida y tanto dolor. Quizá teníamos la brújula con un norte distorsionado, no éramos conscientes de que lo teníamos todo y queríamos siempre más, en esa rueda que no paraba de girar.
Y de golpe, ¡pum!.
No podremos ir a la playa esta Semana Santa pero pedazo viaje nos estamos haciendo a nuestro interior, cuánta curva y qué mareo. No queremos romantizar la situación, pero ya que ha sido así, estamos intentando aprender y ver aquello que está en nuestras manos para poder cambiar a mejor.
Como los proyectos empiezan a aflojar, estamos dedicándole tiempo al corazón de emmme, dándole oxígeno, cuidándolo desde dentro para que cuando salgamos lo haga lleno de vitalidad y quizá con una nueva forma de hacer. Últimamente estaba sometido a mucho estrés y aunque iba a tope, en cualquier momento podía colapsar. Así que, si el quinto ha sido el año de mirar hacia fuera, el principio de este sexto va a ser seguramente el de mirar hacia dentro.
Deseamos con todas nuestras fuerzas que dentro de un año podamos volver a hablaros desde esta ventana, y para eso os necesitamos, ya que solo va a ser posible si seguís ahí, apoyándonos, contratándonos y haciéndonos (ya no os pedimos crecer) sobrevivir como empresa.
Es el momento de ayudarnos como comunidad, nosotras siempre tendremos la mano tendida a quien pueda necesitarnos. Tenemos la convicción de que de aquí saldremos más fuertes como sociedad, lo estamos viendo, ya está pasando. Y cuando esto empiece a pasar os pedimos que, si tenéis capacidad, apoyéis a la pequeña empresa, al carpintero de vuestro barrio, a vuestro primo el ilustrador, que estos meses siguen pagando autónomos para que se puedan comprar mascarillas para nuestros sanitarios. Movamos entre todos a nuestra escala la economía, no nos dejemos morir.
Por otro lado, otra cosa que no está enseñando esta crisis es la importancia de nuestras casas. Incluso a nosotras nos ha abierto la mente a nuevas necesidades y maneras de hacer, a pensar las casas como microsistemas que tendrán que adaptarse a nuevos escenarios hasta ahora inimaginables. Ya no nos vamos a meter en el tema de cómo esto deberá influir en las arquitecturas y la forma de hacer ciudad del nuevo presente, porque eso da para otros 3 posts.
Es esta pequeña escala, la de la vivienda, la que hoy está soportando el peso de nuestro día a día, en la que nosotras y nuestros compañeros de profesión podremos intervenir aprendiendo de los errores presentes y haciéndolas mucho más habitables, acogedoras y resolutivas. Cuánto estamos valorando ahora nuestros hogares, la sensación de estar a salvo entre sus paredes, el poder tener una terraza o que entre un rayito de sol por la ventana… Y cómo nos estamos dando cuenta de que esto es solo de privilegiados y que la vivienda no debería ser un lujo, sino un derecho.
Y si nos dejáis, podríamos seguir aquí, saltando de tema en tema durante un buen rato más, pero es que solo veníamos a contaros que hacemos seis años :)
Os esperamos para soplar las 7 velas del próximo.
¡Gracias familia!