- Principio activo: una expresión clave en cualquier caja de medicinas pues se refiere a la sustancia o sustancias que producen el efecto farmacológico que se pretende con la administración de dicho fármaco.
- Excipientes: sustancias que se añaden al principio activo con distintos objetivos como mejorar su conservación (como se hace con los conservantes de los alimentos), favorecer la absorción del principio activo, facilitar la administración (el modo de tomarlo o aplicarlo), etc.
- Posología: se refiere a la dosis de medicación y casi siempre está indicada en función de la edad y/o peso de la persona que vaya a tomarla. En los medicamentos sin receta son las indicaciones que debemos seguir para saber cuánta cantidad debemos tomar y suele aparecer en un apartado junto con el modo de administración que nos indicaría cuánto tiempo y cómo tomarlo. Cuando se trata de medicamentos con receta médica debemos hacer caso de las indicaciones del médico.
- Interacciones: son las posibles alteraciones que otras sustancias pueden provocar en ese medicamento; las alteraciones pueden ser diversas como potenciar, disminuir o inhibir totalmente los efectos del fármaco o favorecer la aparición de efectos secundarios o de otros trastornos o enfermedades. Los elementos de interacción suelen ser habitualmente otros fármacos, pero también pueden ser alimentos o bebidas. Los pacientes que tomamos varios medicamentos debemos estar especialmente atentos a este apartado.
- Morbilidad: aunque es un término más propio de un estudio médico que de un prospecto de la farmacia también se puede encontrar en este, por ejemplo en un medicamento post-trasplante yo he leído concretamente la frase "reducción de la mortalidad y morbilidad cardiovasculares en pacientes con ..." Este término hace referencia a la proporción de personas que enferman en un lugar y tiempo determinados. La tasa de morbilidad generalmente se usa como dato para indicar los efectos beneficiosos del medicamento en cuestión, cuyo uso se entiende habría hecho disminuir esa cifra.
- Comorbilidad: Al igual que la definición anterior esta es más propia de estudios que de prospectos ya que estos tratan, cada vez más, de adaptarse al lenguaje de los pacientes (que no tenemos un doctorado en medicina) Aún así yo la he encontrado en varias ocasiones, normalmente en el epígrafe de advertencias o precauciones. La comorbilidad son las enfermedades o problemas de salud que uno tiene además de la enfermedad principal que ese fármaco trata.
- y 8. Efectividad y Eficacia: Pueden sonar a sinónimos pero no lo son, al menos cuando los veamos escritos en el prospecto de un medicamento. Mientras que la efectividad es el efecto deseado que el medicamento ha demostrado en la práctica médica (uso generalizado en la vida real), la eficacia hace alusión al efecto beneficioso demostrado durante los ensayos clínicos y/o de laboratorio (uso en estudio y experimentación)
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