Ahora ya fuera de bromas, la recena es uno de los puntos que se debe tener en cuenta a la hora de organizar la boda.
Veamos qué considerar cuando hablamos de la recena o resopón:
2.- También debéis consultar a la finca, al restaurante o al proveedor de catering si hay la posibilidad de llevar vosotros la recena. Hay lugares donde el precio de la recena, teniendo en cuenta calidad-cantidad-precio, puede ser astronómico. En caso de que os cobren un plus por llevarla vosotros, valorad si aún así os interesa.
4.- El menú debe ser coherente con lo que hayáis servido durante la cena o la comida, para no repetir ingredientes ni texturas. Lo ideal es poner platos dulces y salados, para contentar a todos los paladares.
Evitad sentar de nuevo a los invitados
5.- Mi consejo: no volváis a sentar a los invitados para la recena. Esto es especialmente importante en el caso de las cenas ligeras que se sirven con las bodas con almuerzo. Los invitados se agobiarán y, según se sienten, se terminará la diversión. Por no hablar de que las fincas y restaurantes os cobrarán mucho más, porque se necesita más menaje y servicio de camareros.6.- Lo ideal son mesas tipo buffet o distintos puestos para dulces y salados, de tal forma que puedan ser los invitados los que se sirvan ellos mismos.
8.- La cantidad debe ser la justa, ni mucho, ni poco. En realidad, es mejor que sea algo escasa. Si habéis encargado la recena al lugar de celebración, os cobrarán por persona y, en muchos casos, una gran parte de los invitados se habrá marchado cuando llegue el resopón; con lo que sobrará mucha comida. Si la lleváis vosotros, lo habitual es que (sobre todo nosotras) penséis que va a faltar comida y es un error, porque siempre encargaréis de más. Y, por otra parte, la recena es un tentempié, no un segundo banquete.
En un próximo post, os daré ideas para que vuestra recena sea original y divertida.
¡Hasta el próximo artículo!