No existe sociedad alguna que no sancione el adulterio, ni método que haya extinguido definitivamente su práctica. Pena de muerte, torturas, decapitación, castración, exclusión social, excomunión, hoguera, amputaciones, son sólo algunos de los métodos dramáticos que históricamente algunas sociedades han tomado en su intento fallido de acabar con la práctica de infidelidad.
De acuerdo a estudios de la American Association for Marriage and Family Therapy, el 60% de los divorcios y separaciones se producen actualmente por razones de infidelidad. El mismo estudio, afirma que cerca del 25% de los esposos y 15% de las esposas han tenido una aventura. Si actualmente estás pasando por una crisis de pareja debido a un episodio de infidelidad –desde el entendido en que el infiel, sea el hombre- , y no sabes “¿Qué hacer?”, te recomiendo en principio NO HACER lo siguiente:
- No confrontes a la amante. Evítala. No le concedas voz, opinión ni voto a quien maneja una versión sesgada de tu vida de pareja. Ponte a salvo. No vale la pena culpar, ni discutir con alguien que ha sido seducida por la misma persona que te ha engañado a ti también. ¿Qué tienes en mente?; ¿Qué esperas hacerle entender?; ¿Que hizo mal? En ocasiones la intención de confrontar a la amante tiene un alto costo dramático pero también puede tornarse en una situación absurda. Me dicen en consulta: – ¡Doctor, lo que más me molesta es que ambos se burlaban y reían de mi! Yo les respondo: -Creame que lo último que hacen, y con suerte, es pensar en ud.
- No busques saber todos los detalles. ¡Por favor! No te empeñes en la aventura masoquista de recrear la película en formato HD. Aunque te cueste hacerlo no llegues a preguntar por todos los detalles. Todas tus preguntas no tienen que ser respondidas para esclarecer tus dudas. NO ACLARES QUE OSCURECES: -¿Cuántas veces lo hicieron?; ¿Dónde?; ¿Le hiciste sexo oral? , ¿Es más linda y mujer que yo?; ¿Usaste preservativo? , ¿Desde cuándo se acuestan? Evita detalles morbosos o dolorosos que no conducen a nada. Controla el deseo de interrogar. Si han optado por reconciliarse pon énfasis en la relación y no en el episodio.
- No tomes venganza. No quiere decir que no muestres tu malestar o encabronamiento. No te arriesgues a que tu pareja y su amante justifiquen sus argumentos valiéndose de una conducta inadecuada de tu parte: -¿Ya vez por qué te dije que estaba loca? , -¡Con razón no llegas a tu casa! Regula el control de tus impulsos haciendo ejercicio físico. Sal de tu casa, ocúpate en diligencias. No te excedas en reacciones de venganza que puedan sacar las cosas fuera de control.
- No lo dejes pasar. No omitas lo que está sucediendo. No te hagas la vista gorda. Existe una situación crucial en tu vida de pareja que requiere de toda tu atención. Sal del shock inicial: NO DEJES DE SUFRIR, DATE PERMISO PARA HACERLO. Se tiene que experimentar el dolor para poder agotarlo. No bloquees tus emociones. Una infidelidad siempre es un episodio amargo, dramático y crucial en la vida de pareja. Dejar pasar una infidelidad, camuflarla e intentar desconectarte de ella es brindarle paso a la próxima.
- No le cuentes a todos. ¡¡¡Que nadie se entrometa!!! Entendemos que tengas una persona de confianza, una amistad con la cual te desahogas. Clasifica este episodio como ultra privado en la medida que puedas. No le cuentes a tus hijos a menos que sea necesario. POR POLÍTICA DE PROSPERIDAD, SALUD MENTAL Y BIENESTAR EMOCIONAL: ¡¡¡MANTENTE EN RESERVA!!! Cuando hay muchos consejeros alrededor hay también muchas historias.
- No ruegues por amor. No supliques que te amen. El amor no se obliga. No regales tu dignidad. Tampoco tomes la del otro. No supliques a tu pareja que se quede. No supliques a la amante que lo deje en paz. Eso te coloca en una posición vulnerable. Inspirarás pena, lástima, debilidad. Eso no ayuda a nadie a fijarse o enamorarse de ti.
- Evita torturas psicológicas. Que no te ganen tus impulsos. No sometas a tu pareja a la prueba del ácido. No dejes que la ira, rabia, frustración y otros sentimientos de impotencia nublen tu juicio. Esto va en los dos sentidos: 1) A veces la parte engañada se siente con el derecho legítimo e irrevocable de humillar al infiel por el resto de su vida, 2) y por otra parte, el infiel siente que debe pagar eternamente por su falta al punto de convertirse en un esclavo emocional del agraviado.
- No desestimes la ayuda de un especialista. Inicia terapia con un psicólogo o psiquiatra. Sobre todo si no es primera vez que pasas por esto.
Te pregunto: ¿Hay otra cosa que deberías evitar hacer?, ¿Piensas que se me escapa algo? Me encantaría nutrirme de tu opinión.