Habitualmente las emociones las experimentamos como un conjunto desordenado de sensaciones corporales y psicológicas que nos generan todavía más ansiedad cuando nos empeñamos en “solucionarlas” de golpe.
Sabemos que la negación de estas sensaciones no nos da tranquilidad, por lo que al final solo nos queda enfrentarnos a ellas de algún modo adecuado que nos permita analizarlas, aceptarlas y gestionarlas.
El primer paso es analizar este caos que a veces sentimos e ir identificando las diversas emociones. A continuación enumero ocho maneras de hacerlo.
- Respira
“Para y Respira”. Este quizás sea el truco más básico en la identificación de la maraña de sensaciones y emociones. A veces, con solo detener nuestra actividad, podemos localizar esas sensaciones más explicitas que nos van a permitir introducirnos en la selva emocional.
Si cuando paramos no solo lo hacemos respecto a una actividad física, sino además mental el beneficio será mucho mayor.
- Visualiza
La visualización de la emoción es un recurso muy efectivo y habitualmente aplicado en Coaching. Con los ojos cerrados, “vemos” las emociones que nos embargan, les damos forma, textura, color… y vamos trabajando con ellas.
Esta actividad imaginativa nos permite jugar con las emociones sin sentirnos invadidas por ellas.
- Dialoga
Muchas veces nos sorprendemos con diálogos internos acerca de una cuestión que nos preocupa o un problema que nos agobia. Esta misma técnica podemos emplearla a la hora de desentrañar la madeja de emociones que podemos llegar a sentir.
Podemos preguntar a esta emoción, responder a sus cuestiones, llegar a pactos… Si además la visualizamos, podremos obtener mayor beneficio de esta técnica.
- Obsérvate
Ponte delante de un espejo y obsérvate. Aquí no hace falta visualizar. Simplemente mira, observa lo que ves y descríbete. Puedes fijarte en rasgos, gestos, tics que te pueden estar dando mucha información.
El ceño fruncido y una comisura de los labios tensa puede indicarnos un enfado explícito que puede esconder otras emociones que también pueden quedar reflejadas en la imagen del espejo.
- Localiza
Con la visualización vemos la emoción, pero también podemos localizarla en algún punto de nuestro cuerpo, e incluso fuera de él. De esta manera podemos jugar a moverla, cambiarla de aspecto, transformarla…
Unida a la visualización tenemos en nuestras manos (o mejor dicho mente) una herramienta muy potente de identificación de emociones.
- Prueba
Otra técnica es probar si las distintas emociones universales corresponden a nuestras sensaciones. Es decir, si creemos que estamos tristes, dejarnos llevar por esta tristeza y comprobar si es así. Si no, podemos continuar con el enfado y probar.
Esta técnica nos exige una correcta gestión previa de las emociones. Si probamos el enfado, hacerlo que no dañe ni a nosotros ni a otras personas. Podemos usar la visualización o incluso hacer una escena de teatro.
- Desdóblate
El desdoblamiento consiste en observarnos desde fuera de nosotros mismos, como si fuéramos nuestros propios espectadores. Con esta herramienta nos podemos ver invadidos por las emociones y detectar qué es lo que estamos sintiendo más fácilmente.
En Coaching se utiliza normalmente esta técnica puesto que nos ayuda a tomar conciencia de lo que sentimos.
- Desde tu YO
Por último, podemos tomarnos ese descanso del principio y “conectar” cono nuestro YO esencial. Centrarnos y preguntarnos lo más sinceramente posible qué es lo que sentimos y cuál es su origen.
Esta conexión nos hace retornar a lo más profundo de nosotros y poder sentir desde ahí las emociones más explícitas e intensas.
¿Conoces alguna otra manera de identificar las emociones?