Primero, debemos preguntarnos por qué los bloggers eligen un tema para su blog. Hay diferentes motivos. Uno de ellos es porque son expertos en un tema. Otra razón es que le gusta todo lo relacionado con esa temática. Incluso están los que escriben por encargo, que buscan la información antes de hacerlo. Por eso, podemos decir que no es necesario ser un experto, pero sí es obligatorio investigar sobre lo que se escribe.
También está lo que conocemos como curación de contenidos, tan de moda en estos tiempos. La idea es que ya hay suficiente información en la web, quizás demasiada. Lo que se necesita es alguien que seleccione esa información, la organice y presente de una forma sencilla y fácil de entender.
Si bien los artículos largos se posicionan mejor, eso depende del contenido. De nada sirve alargar un artículo que bien podría tener la mitad de palabras. Eso es hacerle perder el tiempo al lector, y al aburrirlo lo único que lograremos será que se vaya. A la hora de escribir un artículo es mejor usar las palabras justas para decir cada cosa.
Sobre la frecuencia, es cierto que publicar más seguido es mejor, sobre todo al inicio. Queremos que el lector encuentre una gran variedad de contenidos. Esto lleva a algunos a pensar que deben publicar todos los días, pero no es práctico. Con una o dos veces a la semana es más que suficiente para mantener un blog.
El Seo es importante, pero uno debe escribir pensando en el lector. Ya en la fase de edición prestaremos atención a los criterios de posicionamiento. Cuestiones como la elección del título, subtítulos, etiquetas y categorías deben ser tomadas en cuenta. Sin embargo, no hay que dejar que limiten nuestro estilo al escribir. El proceso de escritura requiere de total libertad para dar como resultado un texto claro y sencillo.
La premisa es nunca sacrificar la sencillez y claridad del texto por el Seo. No olvidemos que el mejor Seo se hace con un contenido de calidad. ¿Quién decide si un contenido tiene calidad? Los lectores, así que debemos escribir pensando en ellos.
Ahora que está tan de moda lo visual, muchos no conciben un buen contenido que solo tenga texto. Las imágenes y videos se deben usar solo cuando aportan al artículo. También podemos buscar formas creativas de usar las imágenes, como las infografías. Pero cuidado, porque poner una imagen solo por ponerla solo romperá la armonía del contenido.
El éxito de un artículo no depende de si es escrito o audiovisual. La forma y el fondo deben complementarse. Y aunque lo visual sea importante, nunca deberías publicar un contenido sin texto. Los buscadores no rastrean las imágenes del mismo modo y eso te puede hacer perder posicionamiento.
Te sorprendería la cantidad de buenos artículos que hay por allí y nadie lee. Quienes los escribieron tampoco comprenden por qué no reciben más visitas. Es que el contenido de calidad no es garantía de visitas. La competencia es muy dura y ya no se puede depender del Seo para atraer lectores. El trabajo de difusión lo debe hacer el mismo blogger entre sus seguidores y contactos. Solo así se alcanzará la cantidad requerida de visitas para que el artículo despegue.
Para obtener visitas no hay nada más valioso que la viralidad. Si tu contenido es compartido por un lector, algunos de sus contactos llegarán a leerlo. Por eso es vital entender qué es lo que hace a un contenido viral. ¿Tiene que ser útil? ¿Tiene que ser entretenido? ¿Tiene que ser novedoso? Debe ser todo eso y más, pero el primer empujón se lo tienes que dar tú, difundiéndolo.
A todos los bloggers nos gusta ver grandes números en nuestras estadísticas. Lo que deberías preguntarte es si ese es el objetivo final de tu blog, o solo un medio. Si buscas lectores de verdad, te interesará saber su tiempo de permanencia en tus páginas. A veces, los usuarios entran a tu blog buscando algo, no lo encuentran y se van. Es bueno saber que una cosa es tu número de visitas y otra muy diferente son las visitas efectivas.
Supongamos que quieres repartir un boletín por correo. En ese caso no es tan importante el número de visitas, sino cuántas de esas visitas se suscriben al blog. Esto significa que no debes marearte por los números. Mantente centrado en tus objetivos y no te duermas en los laureles. No sirve de nada tener muchas visitas si estas no te aportan nada. Vale más tener visitas de calidad, aunque sean pocas.
He visto mucho el consejo de que tu blog tiene que estar en Facebook, Twitter, YouTube, Google Plus, Instagram y otras tantas redes sociales. Es importante estar en contacto con tus seguidores, pero para eso tienes que saber dónde están ellos. De nada sirve tener una página en Facebook, si la mayoría de seguidores está en Twitter. Tampoco es útil estar en Instagram si no tienes contenido visual.
Para elaborar el plan de redes sociales de tu blog, debes tomar en cuenta dos aspectos. Uno es el comportamiento de tus lectores, para publicar en dónde están ellos. El otro es el tipo de contenido que publicas. Si es visual, por escrito o en video, te convendrá una red social distinta. Si el tema es más profesional, hasta deberías pensar en Linkedin.
Tener un blog es algo a tomarse en serio y requiere de una inversión de tiempo. La cantidad de tiempo dependerá de la profundidad de los artículos y la frecuencia de publicación. Un artículo más elaborado y que abarque muchos subtemas, requiere un tiempo mayor para su elaboración. Si además queremos publicar seguido, necesitaremos de más tiempo.
Ahora, una vez que se le toma práctica, la elaboración de un artículo toma entre 2 y 4 horas. Un tiempo que bien nos podemos hacer el fin de semana, o repartirlo entre días. A esto solo hay que añadirle unos minutos al día para revisar las estadísticas, responder comentarios y difundir los artículos.
Como ves, muchos mitos sobre tener un blog están para romperse. En la web es difícil predecir el éxito o fracaso de un contenido. Tal vez es más fácil acercarse al éxito si se combina investigación, constancia y paciencia con las herramientas adecuadas. Después de todo, la única regla que no debes romper es que la estrella de tu blog son tus lectores.
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Un saludo y nos leemos.