Los frutos secos siempre han sido un tentempié sano y nutritivo. En el mundo oriental se creía en su increíble poder curativo y su cultivo era muy popular: almendras, higos, cocos, dátiles etc. Incluso hoy en día los frutos secos tienen mucha fama. Son muy ricos y saludables, pero – ¡ojo! – bastante calóricos. Hay que consumirlos con moderación.
Los frutos secos contienen ácidos grasos. Aportan mucha energía y mejoran el estado de la piel. Son una de las mejores fuentes de vitaminas: A, D, E, K. El alto contenido de fibra mejora los procesos digestivos y tiene un efecto saciante, por lo que los frutos secos ayudan a luchar conta el sobrepeso. No nos olvidemos de la presencia del calcio, magnesio, zinc y vitaminas del grupo B – tan beneficiosas para nuestra piel, cabello y uñas.
8 razones para comer frutos secos
- Un puñado de pasas tres veces al día ayuda a controlar la presión arterial. Las investigaciones realizadas por los científicos de Louisville Metabolic and Atherosclerosis Research Center lo demuestran.
- Las ciruelas pasas contienen mucho hierro, fósforo, calcio, magnesio y vitaminas del grupo B. Se recomiendan a vegeterianos y a personas activas, que viven cansadas y bajo mucho estrés.
- Los albaricoques son un gran apoyo de las dietas adelgazantes, porque frenan el apetito. Contienen potasio que combate la retención de líquidos.
- Los higos calman los dolores del estómago y alivian las úlceras. Contienen mucha fibra que combate el estreñimiento.
- Las nueces son una de las mayores fuentes de ácido fólico – imprescindible durante el embarazo.
- Las almendras mejoran la memoria y la concentración. Contienen proteínas, zinc, potasio, hierro, magnesio y vitamina E, un maravilloso antioxidante.
- Los plátanos continen potasio, por lo que ayudan a regular la presión arterial. Gracias al triptófano, tienen un efecto relajante. El triptófano se convierte en serotonina, la hormona de la felicidad.
- Los dátiles están llenos de fibra, hierro y salicilatos, que funcionan coma la aspirina – anticoagulantes y antiinflamatorios.
Los frutos secos sientan muy bien a mujeres durante la menopausa, a personas estreñidas, cansadas, con mucho estrés acumulado. ¡Cuidado! Los alérgicos a nueces no deberían comerlos. Ni tampoco los que padecen del hígado y del estómago.
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