La catedral de Santiago celebró el acto central de la conmemoración del 800.º aniversario de su consagración con una Misa de la Dedicación, precedida por una ceremonia especial que revivió el acto de consagración del templo, el 3 de abril de 1211, por el arzobispo compostelano Pedro Muñiz, con la presencia del último rey de León, Alfonso IX.
El ritual fue una procesión por las doce cruces de consagración originales y recientemente restauradas, que simbolizan los doce pilares de la Iglesia, los doce apóstoles. Las cruces de consagración estaban ahí, formando parte de la ornamentación de la catedral compostelana, pero pocas personas sabían qué papel desempeñaban los medallones en cuyo interior están esculpidas. En los últimos tiempos pasaban un poco inadvertidas, oscurecidas por el paso de los siglos, pero intactas en su sencillez.
La recuperación del color sobredorado que se descubrió bajo la capa de polvo acumulado las visibiliza de forma destacada a media altura de los muros de piedra. Ayer, además, estaban iluminadas para la ceremonia con dos pequeñas velas.
Las doce cruces están situadas en el perímetro interior de la catedral. Seis están a cada lado del primer tramo de la nave central, dos en cada una de las naves del crucero, en las entradas de Praterías y Acibechería, y las otras dos en el ábside, coincidiendo una de ellas sobre el dintel de la Puerta Santa, por lo que sin duda es la que más miradas ha concitado aun sin saber qué tipo de elemento era.Vean enlaces a videos relacionados:http://youtu.be/GGFSolvggGE http://youtu.be/jdktYiqaOFE