En Cataluña el 9 de noviembre tiene connotaciones claramente políticas, por el referendum fallido del año pasado y los eventos de hoy, todavía por entrar en la historia.
Pero desde este rincón, lo que hoy conmemoramos es el Día Mundial de los Niños Huérfanos. Perder los padres cuando aún se es niño es siempre una desgracia. Mis recuerdos de infancia incluyen algunos compañeros de colegio de luto, con zapatos y calcetines negros, cuyos padres habían fallecido en circunstancias diversas, aunque muy comúnmente a consecuencia de la Guerra civil, la principal causa de mortalidad en la época. La angustia que acompaña esos recuerdos aún no se ha desprendido de mi.
El texto que sigue corresponde a la aportación que para el segundo lunes de noviembre hacen las Naciones Unidas, traducida libremente por nosotros:
“Trágicamente, millones de niños de todo el mundo se han convertido en huérfanos por muchas razones: la guerra, el hambre, el desplazamiento, la enfermedad o la pobreza. Para asegurarse de que no se olvidan, una vez al año hay un día especial dedicado sólo para ellos: Día Mundial de los Huérfanos, que se celebra el segundo lunes de cada mes de noviembre. Este día especial se ha puesto en marcha con el fin de llamar la atención sobre la difícil situación de los huérfanos del mundo, por lo que en este día se anima a la gente a participar activamente para ayudar a crear conciencia, apoyo y financiación para los niños sin madre y sin padre de todo el mundo. Una causa noble, donde las haya.
La Historia del Día Mundial de los Huérfanos
Las primeras personas que se preocupan oficialmente a los niños huérfanos fueron los romanos, que abrieron las puertas del primer orfanato en la historia en torno al año 400 dC. Mucho antes de ellos, sin embargo, la ley tanto de los judíos como los atenienses requería que los huérfanos fueran sostenidos hasta los 18 años El gran filósofo Platón dijo una vez: “Los huérfanos deben ser colocados bajo el cuidado de guardianes públicos. Los hombres deben tener respeto a la soledad de los huérfanos y de las almas de sus padres fallecidos. Un hombre debe amar el desafortunado huérfano de quien es tutor como si fuera su propio hijo. Él debe ser lo más cuidadoso y tan diligente en la gestión de los bienes del huérfano como de su propio o incluso más cuidado todavía. “Latr, en Medeival Europa, los huérfanos fueron atendidos por las iglesias. Por el año 1900, la cantidad de huérfanos en Inglaterra había llegado verdaderamente proporciones alarmantes, por no hablar de las condiciones en que los niños huérfanos vivían, que a menudo eran espantosas y abusivo. Más famosa novela de Charles Dickens “Oliver Twist”, representa perfectamente las dificultades niños huérfanos tenían que soportar en orfanatos. En los tiempos modernos, los investigadores son casi unánimes en su afirmación de que los orfanatos son la peor opción cuidado posible para los niños, ya que no reciben la cantidad adecuada de atención o contacto físico para desarrollarse correctamente. Esto ha hecho que muchas personas, por lo general los occidentales, al decidir la adopción de niños de países pobres para darles la oportunidad de una vida mejor. Lamentablemente, esta tendencia también ha llevado a un gran número de estafas que se perpetraron en los padres-a-ser inocentes, muchos de los cuales han pagado enormes cantidades de dinero para adoptar a niños que habían sido comprados a sus padres por muy poco. Día Mundial de los Huérfanos fue creado por The Stars Fundation para crear conciencia sobre el número de niños en el mundo que carecen de algo que la mayoría de nosotros damos por sentado: los padres. El deseo de la Fundación para este día es motivar a la gente a hacer todo lo posible para ayudar a los Huérfanos.”
En nuestro entorno la figura del huérfano se ha ido afortunadamente reduciendo pero no dejaremos de llamar la atención sobre ella, sobre todo cuando la causa de la orfandad sea la violencia.
Recordar a los profesionales la trascendencia de la situación de orfandad es nuestra modesta contribución.
X. Allué (Editor)