¿a favor de dkms?

Por Ndmoyscu
Reproduzco el artículo de AGUSTÍN LOSADA PESCADOR en la web "Religión en libertad".Aclaro que el título de la entrada lo pongo entre interrogantes`porque, aunque en principio se decanta a favor de DKMS, también se supone que es la primera parte del artículo, no vaya a ser que en la segunda tengamos un giro inesperado.
Donación de médula en España (I)
Agustín Losada
Actualizado 26 enero 2012
Mechtild Harf, una mujer alemana, fue diagnosticada de leucemia en 1990. En ese
momento en Alemania había solo 3.000 donantes de médula ósea. Su marido, Peter
Harf, decidió crear una fundación sin ánimo de lucro para buscar donantes, con
la esperanza de que alguno de ellos pudiera ser compatible con su mujer. Y si no
lo lograba, que al menos los enfermos de leucemia tuvieran en el futuro mejores
expectativas. Así surgió en 1991 DKMS (Deutsche Knochenmarkspenderdatei
gemeinnützige Gesellschaft, o “fundación sin ánimo de lucro alemana para la
donación de médula ósea”). En sus primeros años tuvieron financiación del
Ministerio de Sanidad alemán. Pero muy pronto tuvieron que buscarse sus propias
fuentes de ingresos, por lo que recurrieron a solicitar donativos a empresas y
particulares. La multinacional de cosmética Coty, de la que Peter Harf fue
consejero delegado entre 1993 y 2001, colaboró activamente con DKMS, y aún lo
sigue haciendo, organizando galas benéficas para recaudar fondos. Hoy, veinte
años después, la Fundación DKMS está integrada en la BMDW (el registro mundial
de donantes de médula ósea) y tiene 2.6 millones de donantes en sus listados (de
los 13.6 millones que hay en todo el mundo), siendo por tanto el mayor registro
de donantes de médula ósea del mundo. Gracias a DKMS 26.000 personas han
conseguido un trasplante de médula, y cada año se unen a su registro 250.000
donantes de médula nuevos. Por eso pueden proporcionar doce donantes cada día
para trasplantar con las células madre de sus médulas a otros tantos enfermos
que lo necesitan para sobrevivir. Un logro importante de DKMS ha sido conseguir
reducir el coste de las analíticas HLA (algo parecido a la “matrícula” de la
médula, imprescindible para conocer con quién puede ser compatible): De los 600
€ que costaba al principio, a tan solo 50 €. Además, la analítica se realiza con
saliva recogida en un bastoncito, en lugar de una muestra de sangre, como se
hace en España. Por supuesto, la búsqueda de donantes tiene un coste, como lo tiene el tipaje
HLA (aunque sea reducido, y cueste 6 veces menos que en España), y sobre todo,
la extracción y el transporte de la médula cuando se hace efectiva la donación.
DKMS realiza llamamientos a la población para que se hagan donantes. Y a las
personas que acuden a su llamada les piden que, además de apuntarse en el
registro, colaboren, si así lo desean, con el coste de 50 € que supone el tipaje
HLA de su muestra. No es obligatorio pagar para donar (¡sólo faltaría!), pero si
alguien es tan solidario como para ofrecer su médula a un tercero al que tal vez
nunca conozca, muchas veces no tiene inconveniente en colaborar también
económicamente con la fundación. Cuando su médula resulta ser compatible con un
enfermo en cualquier lugar del mundo, se llama al donante y, tras confirmar de
nuevo que sigue aceptando donar su médula, se le interna en un hospital donde se
realiza la extracción de la misma. Se trata de una operación relativamente
sencilla, pero que requiere de anestesia y estancia hospitalaria durante un día.
DKMS se hace cargo del coste de la extracción, de la preparación de las células
madre de la médula y de su envío al lugar del mundo donde sean precisas para su
trasplante. Y cobra, como es lógico, al sistema sanitario del país receptor, una
cantidad por esta labor. Es importante aclarar que este procedimiento es
exactamente igual, con independencia de la procedencia de la médula ósea en
todos los registros de donantes del mundo: Todos ellos cobran al sistema
sanitario del país receptor por los costes asociados a su labor. En España, también por esas mismas fechas (1988), el tenor José Carreras sufría
una leucemia y se encontraba con el mismo problema de ausencia de suficientes
donantes en nuestro país. Por ello decidió crear también una fundación sin ánimo
de lucro con los mismos objetivos que DKMS. Gracias a un convenio con el
Ministerio de Sanidad Español, su fundación es la responsable del REDMO
(registro español de donantes de médula ósea), que recoge las donaciones
españolas de médula y sangre de cordón umbilical. La fundación fue creciendo,
gracias a las donaciones altruistas de muchas personas anónimas y al impulso
personal y económico de José Carreras, que dona a la misma las recaudaciones de
algunos de sus conciertos. Así han logrado tener hasta la fecha 86.361 donantes
de médula ósea, que se encuentran igualmente accesibles a nivel mundial a través
del BMDW. La fundación también se ha extendido por otros países, entre ellos,
Alemania (Deutsche José Carreras Leukämie Stiftung e.V.), sede de DKMS. Cuando
algún donante apuntado en el REDMO resulta compatible con un enfermo en
cualquier lugar del mundo, el proceso es exactamente el mismo: Se llama al
individuo y, tras confirmar que sigue aceptando ser donante, se le interna en un
hospital donde se realiza la extracción de la médula. La fundación Josep
Carreras se hace cargo del coste de la extracción, de la preparación de las
células madre de la médula y de su envío al lugar del mundo donde sean precisas
para su trasplante. Y cobra también al sistema sanitario del país receptor una
cantidad por esta labor. El precio es variable, en función de lo que ese país
cobra cuando el proceso es a la inversa. De manera que si Alemania cobra 14.000
€ por ceder una médula a España, nosotros cobramos lo mismo a Alemania cuando es
al revés. Tenemos, por tanto, dos fundaciones sin ánimo de lucro, cuyo objetivo es
aumentar el número de donantes de médula ósea. Pero existen dos principales
diferencias entre ambas: Por un lado, el significativo número de donantes
alemanes frente a lo reducido del número español. Y en segundo lugar, el hecho
de que DKMS pida una colaboración económica a los donantes (voluntaria) mientras
que la Fundación Josep Carreras no lo quiere hacer. La primera diferencia se
explica porque los alemanes hacen campañas de sensibilización a la población
apoyándose en casos de enfermos concretos, como ha ocurrido en el caso reciente
del enfermo de Avilés: Presentan a un enfermo de leucemia, hacen un llamamiento
a ser donante, por si fueran compatibles y si finalmente no resultan compatibles
con él, les ofrecen la opción de ser donantes para cualquier otra persona. Esto
roza la legalidad en España, donde el RD 2070/1999 dice en su artículo 7.1: “La
promoción de la donación u obtención de órganos o tejidos humanos se realizará
siempre de forma general y señalando su carácter voluntario, altruista y
desinteresado”. Y en su artículo 7.3: “Se prohíbe la publicidad de la donación
de órganos o tejidos en beneficio de personas concretas, o de centros sanitarios
o instituciones determinadas.” Pedir donantes para una persona en concreto
podría ser considerado contrario a la ley. Pero según este artículo también lo
es pedirlos para la Fundación Carreras o para DKMS. Además, la Fundación Josep
Carreras considera que esas campañas no son efectivas, porque si uno va a donar
para una persona en concreto es poco probable que sea compatible, y pasado el
tiempo no querrá donar para un tercero al que no conoce. La evidencia empírica
demuestra que no es así. Entre otras cosas, la mitad de los trasplantes de
médula en España se realizan con donantes procedentes de DKMS. Respecto al
segundo punto, es también claro que ambas fundaciones buscan sus modos de
financiarse. DKMS solicita la involucración del donante, también en lo
económico. En España no se hace así. Y es precisamente la ausencia de recursos
la razón del reducido número de donantes que hay en España, tal y como denuncia
el propio director del REDMO, el Dr. Enric Carreras. Por lo demás, en ambas
fundaciones se respeta escrupulosamente la base sobre la que se deben
fundamentar los trasplantes: El altruismo, la voluntariedad y la gratuidad: No
cobra nada el donante de médula por ser donante, ni paga nada el enfermo por ser
trasplantado (si bien, como es lógico hay que hacer frente a unos costes, que
afronta el sistema sanitario). Y en ambos países el sistema es accesible a
todos, con independencia de su nivel económico, en base a criterios objetivos de
prioridad y eficiencia. ¿Por qué se quiere frenar a la fundación alemana DKMS
para que no capte donantes en España, mientras la Fundación Josep Carreras sí lo
puede hacer en Alemania? ¿Por qué este empeño en presentar ante la opinión
pública española a DKMS como una empresa privada, que se lucran con la
enfermedad ajena, y cuya presencia en nuestro país amenaza con hacer añicos los
cimientos del exitoso sistema español de trasplantes? Por desgracia, lo que
están ustedes pensando es verdad. Y es que suena todo muy sospechoso.
http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=20280