A: Jueces, políticos y banqueros. De: Fco. de Quevedo

Publicado el 25 julio 2012 por Desequilibros
Los clásicos los son, fundamentalmente, por la vigencia de sus obras con el paso de los años o siglos.
Leer a los clásicos nos ayuda a entender mejor el mundo en el que vivimos, la naturaleza humana con sus miserias y heroicidades, las tradiciones sobre las que descansa nuestra cultura y nos enseña a discernir un buen producto de una mera copia o burda farsa.
Uno de esos clásicos, uno de nuestros favoritos, es Francisco de Quevedo: por su ironía, por su magistral uso del lenguaje, por lo directo de sus argumentos, por su rebeldía frente al poder, por su libertad de pensamiento; preclaro visionario como ninguno del país que le tocó vivir… y que todavía sigue en las mismas.
Permítanme recrear un verosímil correo electrónico que Quevedo bien les podría haber enviado hace 400 años a nuestros dirigentes actuales, en la línea de la advertencia que ya le hizo al Ministro de Hacienda:
-----------
De: Francisco de Quevedo
Para: Jueces, políticos y banqueros
CC: Gobierno de España
Asunto: A un juez mercadería
-----------
Las leyes con que juzgas, ¡oh Batino!,
menos bien las estudias que las vendes;
lo que te compran solamente entiendes;
más que Jasón te agrada el Vellocino.
El humano derecho y el divino,
cuando los interpretas, los ofendes,
y al compás que la encoges o la extiendes,
tu mano para el fallo se previno.
No sabes escuchar ruegos baratos,
y sólo quien te da te quita dudas;
no te gobiernan textos, sino tratos.
Pues que de intento y de interés no mudas,
o lávate las manos con Pilatos,
o, con la bolsa, ahórcate con Judas.
------------
Francisco de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos
Señor de La Torre de Juan Abad y caballero de la Orden de Santiago.
Villanueva de los Infantes.

Siguen los paralelismos entre aquella España y ésta.
-----------------
Lectura recomendada:
Textos clásicos y derecho penal.
Portal dedicado a Francisco de Quevedo en la Biblioteca Virtual Cervantes.
• Web de la Fundación Francisco de Quevedo.
Galería de retratos, imágenes y caricaturas de Francisco de Quevedo, de donde está sacada la ilustración de Alberto Urcaray.