A la parrilla

Por Mavele
Yo la verdad no sé mucho de parrillas, parrilleras ni nada por el estilo, pero ahora que contamos con una modesta parrillera le estamos tomado cariño al asunto y con este clima de verano todo el año, cualquier cosa se convierte en una excusa para prender los carbones y deleitarnos con sabores ahumados, vinos, cocteles frescos y brisa cálida.
Hasta ahora hemos preparado la "tradicional" parrilla de punta o solomo con chorizos, morzillas y demás cosas a que todos encanta, pero yo, que por alguna extraña razón nunca me conformo con nada, he intentado darle un uso diferente a la parrilla cada vez que la usamos. Hay que sacarle provecho ¿cierto?
Es increíble lo versátil que puede ser una parrillera en casa de gente curiosa dispuesta a sacar el mayor provecho a las herramientas con las que cuenta. El sabor que adquieren los alimentos al cocinarse con este método no se parece a nada que provenga de una cocina "normal" y menos de una como la mía que ni si quiera es a gas :S.  Hasta ahora hemos probado hacer lo siguiente:
Pizzas: una masa delgada, una salsa espesa hecha con tomates maduros, sal y oregano. Yo tuesto la masa sin nada por ambos lados y luego agrego la salsa y los adornos, eso garantiza que que la masa no quede húmeda sino tostada y crujiente. Con un poco de mozzarella, unas tiras de jamón serrano (o de proscuto), rúcula o berro y un chorrito de aceite de oliva después de sacar de la parrilla, es una verdadera gloria.
Coctelitos y pizza casera a la parrilla
Arepas: ni tosti arepa, ni al horno, ni en la cocina a gas que tenia antes. Nada se compara con una arepa a la parrilla, infladas por el calor, tostaditas y crujientes por fuera como una galleta y con sabor ligeramente ahumado. Con mantequilla y algún queso fresco (de mano, guayanés o telita) son sencillamente D E L I C I O S A S.
Hamburguesas: gordas, 100% carne de res. Término medio para mi. Lo demás es al gusto del consumidor.
Parrilla a la piedra: Este es un método que descubrí en un numero de la revista Bone Appetit. Requiere una piedra lisa de 4 ó 5 mm de grosor (nosotros conseguimos una de pizarra que sobró de la fachada del edificio). La piedra se unta con algo de aceite, se coloca en la parrillera caliente y la carne, aliñada, se asa sobre aquella. Para no perder toda la sustancia que queda pegada a la piedra, luego de retirar la carne se pueden poner algunos vegetales (champiñones, zanahorias, calabacines, etc) que absorberán los sabores y sirven de acompañante perfecto para la carne.

Así se ve la carne cocida en una piedra, y los vegetales son para chuparse los dedos.
Pollo al ladrillo: Yo lo llamo pollo "espernancao". A un pollo entero se le retira la columna, se abre como un libro y se aliña con sal y pimienta. Yo uso un aderezo fácil de aprender que alcanza para 2 pollos grandes: 4-3-2-1 : 4 cdas de sal, 3 cdas. de azúcar, 2 cdas. de parika y 1 cda. de pimienta de cayena. Luego consigase un ladrillo (yo tomé uno "prestado" de alguien que estaba remodelando uno de los apartamentos) fórrelo con papel de aluminio y montelo sobre el pollo. 30 minutos por lado.
Mazorcas a la parrilla: con un chorrito de limón, hojuelas de peperonchini y mucha, mucha mantequilla. Algunos granos deben quedar negritos, son la mejor parte.
 Aquí vemos el pollo con aliño 4-3-2-1 y espachurrao con tremendo ladrillo encima  (lo que sobresale son las dos paticas, pobrecito)
Así queda el pollo luego de la operación ladrillo y debo decir que estoy esperando a que deje la llovedera para repetirlo
Todavía me falta preparar algún postre, pero ha llovido estos últimos tres días y no he podido poner en práctica la idea que tengo de asar una ruedas de piña madura y unos melocotones para acompañarlos con una bola de helado de vainilla o ron pasas.Si alguno de mis lectores me puede sugerir algún otro uso para la parrilla, pues bienvenido sea que todavía quedan carbones en la bolsa y apenas estamos comenzando agosto :)