Hasta ahora hemos preparado la "tradicional" parrilla de punta o solomo con chorizos, morzillas y demás cosas a que todos encanta, pero yo, que por alguna extraña razón nunca me conformo con nada, he intentado darle un uso diferente a la parrilla cada vez que la usamos. Hay que sacarle provecho ¿cierto?
Es increíble lo versátil que puede ser una parrillera en casa de gente curiosa dispuesta a sacar el mayor provecho a las herramientas con las que cuenta. El sabor que adquieren los alimentos al cocinarse con este método no se parece a nada que provenga de una cocina "normal" y menos de una como la mía que ni si quiera es a gas :S. Hasta ahora hemos probado hacer lo siguiente:
Pizzas: una masa delgada, una salsa espesa hecha con tomates maduros, sal y oregano. Yo tuesto la masa sin nada por ambos lados y luego agrego la salsa y los adornos, eso garantiza que que la masa no quede húmeda sino tostada y crujiente. Con un poco de mozzarella, unas tiras de jamón serrano (o de proscuto), rúcula o berro y un chorrito de aceite de oliva después de sacar de la parrilla, es una verdadera gloria.
Arepas: ni tosti arepa, ni al horno, ni en la cocina a gas que tenia antes. Nada se compara con una arepa a la parrilla, infladas por el calor, tostaditas y crujientes por fuera como una galleta y con sabor ligeramente ahumado. Con mantequilla y algún queso fresco (de mano, guayanés o telita) son sencillamente D E L I C I O S A S.
Hamburguesas: gordas, 100% carne de res. Término medio para mi. Lo demás es al gusto del consumidor.
Parrilla a la piedra: Este es un método que descubrí en un numero de la revista Bone Appetit. Requiere una piedra lisa de 4 ó 5 mm de grosor (nosotros conseguimos una de pizarra que sobró de la fachada del edificio). La piedra se unta con algo de aceite, se coloca en la parrillera caliente y la carne, aliñada, se asa sobre aquella. Para no perder toda la sustancia que queda pegada a la piedra, luego de retirar la carne se pueden poner algunos vegetales (champiñones, zanahorias, calabacines, etc) que absorberán los sabores y sirven de acompañante perfecto para la carne.
Pollo al ladrillo: Yo lo llamo pollo "espernancao". A un pollo entero se le retira la columna, se abre como un libro y se aliña con sal y pimienta. Yo uso un aderezo fácil de aprender que alcanza para 2 pollos grandes: 4-3-2-1 : 4 cdas de sal, 3 cdas. de azúcar, 2 cdas. de parika y 1 cda. de pimienta de cayena. Luego consigase un ladrillo (yo tomé uno "prestado" de alguien que estaba remodelando uno de los apartamentos) fórrelo con papel de aluminio y montelo sobre el pollo. 30 minutos por lado.
Mazorcas a la parrilla: con un chorrito de limón, hojuelas de peperonchini y mucha, mucha mantequilla. Algunos granos deben quedar negritos, son la mejor parte.
Todavía me falta preparar algún postre, pero ha llovido estos últimos tres días y no he podido poner en práctica la idea que tengo de asar una ruedas de piña madura y unos melocotones para acompañarlos con una bola de helado de vainilla o ron pasas.Si alguno de mis lectores me puede sugerir algún otro uso para la parrilla, pues bienvenido sea que todavía quedan carbones en la bolsa y apenas estamos comenzando agosto :)