Por lo tanto si queremos crecer como seres humanos, y mantenernos en la mejora continua, debemos actuar como adultos responsables y asumir las consecuencias de nuestras acciones, declarándonos como únicos dueños de la elección que hemos hecho y también de su resultado. Dejemos de ser cómodos o de victimizarnos échandole la culpa a nuestra "mala suerte".
Estoy segura de que al tomar esta medida nos sentiremos más libres, nuestra carga se hará más ligera y estaremos listos para enfrentar lo que sea con actitud positiva.
Recuerda, tal y como dijo Albert Einstein: "Somos arquitectos de nuestro propio destino".