Written by valedeoro // 01/11/2013 // felicidad // No comments
El cansancio: el mejor amigo de las quejas
Me he dado cuenta de un detalle muy importante: descansada, el mundo me parece una maravilla. Es cuando estoy cansada que las cosas pequeñas me sacan de quicio. Cuando he dormido bien, el volumen de la música del vecino me incita a cantar (o ponerme los cascos). Después de una noche en vela quiero atravesar la pared con una espada a láser. La situación no cambió, pero sí la energía disponible para trabajar con esta realidad.
Ser positivo requiere trabajo
La verdad es que ser positivo no es “más fácil” que estar de mal humor. Dadas las circunstancias apropiadas la mala leche viene por si sola, a no ser que estés preparada para defender tu felicidad. Al fin y al cabo quejarte o no, agobiarte o no, ser feliz o no, es una decisión continua. Por eso la pulsera me está resultando de gran ayuda. Es el recordatorio de que a) hoy no me voy a quejar y b) que soy capaz de conseguirlo. Aunque eso signifique que tenga que empezar desde cero, voy aprendiendo con el camino y en algún momento conseguiré los 21 días.
Ideas que ayudan a no quejarte
He hecho una lista de las cosas que me han ayudado a quejarme menos.
- Utilizar la pulsera como recordatorio constante.
- Irme a dormir antes de media noche (así estoy descansada).
- Dedicar media hora a leer ficción (porque me hace pensar en cosas irrelevantes de las que no me quejo)
- Cantar en voz alta cuando no hay nadie cerca (por las endorfinas)
- Respirar profundamente por la nariz antes de responder
¿Qué haces para reducir las quejas diarias? Te atreves a participar?
Inspírate también en las otras entradas con ideas para conseguir vivir 21 días sin quejas.