Siempre hay una buena razón para esperar un momento más oportuno: mejor que espere a que termine Agosto, a que empiece el nuevo año, a que tenga más tiempo, a que sepa como es la vida con niños, a que me he organizado mejor, a que haya perdido peso. Esperar a que alguien me da permiso, a que tenga la acreditación, a que me digan que este es el camino correcto. Has aprendido tan bien jugar de acuerdo con las reglas que prefieres dedicar otro día más a darle vueltas a tus ideas que pasar a la acción.
¿Qué esperas en realidad?
Esta espera a que los planetas se agrupan a tu favor puede convertirse en un modo de vida. Hay muchas personas que pasan su vida soñando con lo que podría ser, lo que les gustaría conseguir, lo que sería interesante hacer, sin jamás tomar un único paso hacia la realización de sus ideas y sus sueños. La amiga que “algún día” quiere terminar un doctorado, la tía que “algún día” quiere reformar su casa para finalmente estar a gusto, la compañera de trabajo que insiste de que el próximo año sí que participará en el proyecto de innovación (siempre que no surja nada urgente).
Las dos sabemos que “algún día” es el país vecino de la tierra del nunca jamás. Siempre surgirá algo, aunque sea que empieces a preocuparte por nuevas cosas. Las estrellas están de tu lado, aunque no hagan tu trabajo por ti. Tú tienes que tomar una decisión:
¿Quieres transferir tus sueños a la realidad?
Esta pregunta es muy seria. Existen sueños que te darán más energía si no las tocas y no las sacas de su ámbito de potencialidad, porque la realidad hace daño, transforma y cambia tus sueños. Pocas ideas sobreviven el choque con la vida real, se tienen que adaptar. Tú tendrás que adaptarte y quizás no estás lista para ello (todavía).
¡Y eso está bien! Mientras tus sueños no te paralizan ni te impiden de avanzar, son una fuente de inspiración. Eso sí, no las utilices como excusa para quedarte parada en tu propio día a día, anhelando una vida mejor mientras te quejas de tu existencia.
¿Qué necesitas?
Si has definido que es hora de empezar con este doctorado, prepararte para estas oposiciones, experimentar con este nuevo proyecto, tu próximo paso será decidir cuál es el próximo paso. ¿Qué necesitas para acercarte un poquito más a tu objetivo? ¿Por dónde puedes empezar, aunque tengas solo 10 min por día?
¿Existe algún hábito que te permitiría llegar a tu objetivo? ¿Necesitas un grupo de apoyo que te ayuda a mantener la constancia y no perder el rumbo? ¿O tal vez simplemente te hace falta crear un plan detallado y integrarlo en tu lista de tareas?
Si sabes definir lo que quieres y lo que necesitas para empezar ya no hace falta esperar más. Puedes empezar ya.
, ¿Te atreves?