Los refrescos azucarados son bebidas que mucha gente consume, a veces en grandes cantidades. Hay un claro interés comercial detrás. Son productos muy agradables al paladar para consumo en toda época, especialmente en las calurosas. Pero tienen un problema: su contenido en azúcar es muy elevado. El ser humano necesita hidratos de carbono en su dieta pero un exceso de los azúcares de absorción rápida de estos refrescos no es bueno para la salud.
Recientemente Coca cola ha invertido varios millones de dólares (que es mucho dinero) en expertos para favorecer una corriente de opinión que defienda que su producto no produce la obesidad. Ha sido un tremendo escándalo por el intento de manipulación que el New York Times sacó a la luz. De todas formas viene bien recordar la imagen que acompaña este texto para comprender que si consumimos mucho azúcar eso tendrá efectos en nuestro peso.
Mi recomendación veraniega es sencilla, mire la foto y beba lo que le apetezca, mejor si no tiene tanta azúcar. Un refresco de vez en cuando no suele tener mayores problemas, otra cosa es a diario ó si se padece diabetes u otras enfermedades que lo desaconsejen.