A tres metros sobre el cielo, de Federico Moccia - Crítica - Agenerado

Por Eltiramilla

• Título: A tres metros sobre el cielo
• Autor: Federico Moccia
• Edición: Planeta, 2006
• Saga completa: A tres metros sobre el cielo | Tengo ganas de ti

Conozcamos a Stefano, alias Step, 19 años, un chico malo ejemplar: problemático, gamberro, chulo, delincuente, etc. Menuda pieza, ¿no? Y ahora conozcamos a Babi, 17 años, la niña bien por excelencia: buena estudiante, buena hija, formal, educada, aunque quizás algo pedante… O puede que eso sea lo que le parezca a Step, ya que Babi es la primera en plantarle cara. Claro que Babi tampoco entiende cómo es que Step tiene tanta fama entre las chicas cuando solo es un delincuente prepotente y arrogante. ¿Enamorada? ¿Ella de él? ¡Ja! Más quisiera.
Ya, más quisiera ella, porque Step le ha robado el corazón como ningún otro.
Y que le digan lo mismo a Step.

Está escrito en presente, a veces abusa de párrafos y diálogos demasiado largos, puede mencionarte veinte marcas en una misma página, utiliza metáforas extrañas, el ritmo no es perfecto y el final demasiado precipitado, y a lo mejor Step es demasiado violento y Babi excesivamente estúpida, pero aun con todo, esta novela lleva enamorando a jóvenes italianos desde que su autor se costeara una triste primera edición en respuesta a los numerosos rechazos editoriales; o mejor dicho, a jóvenes y no tan jóvenes, puesto que A tres metros sobre el cielo nos habla de algo tan universal como el primer amor, ése que nos hizo sentir a tres metros sobre el cielo y que todos recordamos con más o menos cariño, y lo hace a través de unos personajes bien definidos, mucho humor, mucha sinceridad y un amor por la ciudad de Roma que se palpa en cada descripción, para acabar con un final algo inesperado, pero muy adecuado, que le aporta a la novela un toque melancólico y nostálgico que ningún otro libro que hable sobre el mismo y trillado tema posee.

Sí, A tres metros sobre el cielo no es la novela perfecta, pero enamora como pocas: te mete en la piel de sus personajes, te hace reír, llorar, te hace ver y oler y sentir las calles de Roma, te hace revivir el primer amor. Una historia que vale la pena probar, aunque sólo sea por entrañar a los Romeo y Julieta contemporáneos que más me han convencido hasta ahora.