A vueltas con la tartera – Recetas sencillas, económicas y sabrosas para llevar

Por Alimmenta @alimmenta
Al ser humano le ha tocado vivir muchas revoluciones y el regreso de la tartera es la enésima a la que se ha visto enfrentado. Conocida también en el mundillo como fiambrera, portaviandas, táper o recipiente-de-plástico-con-cierre-hermético, lo cierto es que con los años que llevamos de crisis, la opción de comer un menú de bar o restaurante durante la jornada laboral se ha alejado del bolsillo de muchos.
Cocinar diariamente la comida que uno debe llevarse al trabajo no es tarea fácil. La falta de ideas y de recursos culinarios de muchos hacen que libros como el de Mònica Escudero sean tan necesarios en nuestra biblioteca culinaria. A vueltas con la tartera se publicó hace unos meses, concretamente en octubre de 2013, y es uno de esos libros que entran en casa de forma discreta para terminar convirtiéndose en fuente continua de inspiración.

Lo que me gusta de A vueltas con la tartera

La experiencia de Mònica en el arte culinario de la tartera queda de manifiesto nada más leer las primeras páginas.  Desde consejos previos dirigidos a los poco diestros con el envase de marras, a modelos de recipientes apropiados para los diferentes tipos de preparaciones, recomendaciones para la despensa, además de una serie de “normas de la tartera” de lógica aplastante pero que suelen quedarse en la puerta de la cocina y olvidamos con facilidad. Y también están las recetas, claro.

Las recetas están organizadas por estaciones del año, de forma que todas ellas utilizan ingredientes de temporada, de forma que contribuimos a conservar el medio ambiente y nuestra cartera a final de mes. Además, cada capítulo incluye un postre fácil para llevar en tarros y algún que otro bocata, que no sólo de tartera vive el hombre.

Algo que valoro del libro es que la selección de recetas está bastante equilibrada. No hay que obviar que la tartera suele albergar, en muchas ocasiones, un plato único. Por eso es fundamental que incluya ingredientes que representen los diferentes macronutrientes si queremos mantener el equilibrio nutricional de nuestro menú. Incluir hidratos de carbono complejos, proteínas de buena calidad (animales o vegetales) y grasas saludables, además de fibra, son pilares fundamentales en la elaboración de una tartera equilibrada.

Las verduras están ampliamente representadas en las recetas, hay legumbres varias, pastas y arroces, además de carnes y pescados muy bien tratados. Y es que no es fácil incluirlos en la tartera y sin que queden tiesos como una suela de zapato. Me gusta que Mònica utilice la proteína de origen animal, tan consumida en exceso en nuestra cultura occidental, como guarnición del plato. Esto permite reforzar la calidad proteica de la receta sin añadir excesiva grasa animal a la vez que contribuye a redondear el sabor del plato.

A todo esto, hay justificadas excepciones (y lo de “justificadas” lo digo yo como fan de los libritos!) de recetas carnívoras como los libritos de lomo, el tataki de ternera o el estofado irlandés con cerveza negra, así como preparaciones vegetarianas como la quiche de brócoli y gorgonzola o la ensalada fría de lentejas y calabaza.

Sea como sea, la mayoría de ellas cumplen esa premisa “mediterránea” que basa la alimentación en productos de origen vegetal y que puede complementarse con carne o pescado. Veamos algunos ejemplos:

  • Primavera: Ensalada de hinojo, manzana y parmesano con una hamburguesa de bonito con puré misterioso
  • Verano: guarnición de tomates, aceitunas y albahaca junto con un arroz meloso con pollo y cebollitas.
  • Otoño: trinxat de col con butifarra blanca acompañado de unos garbanzos galdosianos con verduras.
  • Invierno: coles de Bruselas salteadas con panceta de primero y un arroz con alcachofas de segundo.

Lo que menos me gusta de A vueltas con la tartera

Es difícil encontrarle defectos a A vueltas con la tartera. Desde el punto de vista de recetas para fiambrera cumple ampliamente con las expectativas. Quizás alguna receta más de pescado le vendría bien, pero eso es casi más una apreciación personal. Sin embargo, si bien su dimensión reducida lo convierte en un libro fácil de manejar, la letra de pequeño tamaño puede ser un inconveniente para los que tengan pendiente la visita al oftalmólogo. Afortunadamente, nada que no se arregle con una buena luz y acercándote un pelín más el libro a los ojos.

Valoración global del libro

A vueltas con la tartera es un excelente libro de recetas fáciles para todos aquellos que se ven en la tesitura de tener que llevarse la comida de casa. Incluye ideas adicionales para adaptarse a intolerantes a algún alimento, vegetarianos o tiquismiquis del ajo, además de venir con una excelente fiambrera de 1,3 L. En mi opinión es un claro reflejo de que comer fuera de casa puede ser saludable, rico y divertido. Por eso me quedo con las palabras de Mikel López Iturriag, quien escribe el prólogo del libro y declara, muy acertadamente que “… para cocinar bueno y sano no hace falta tirarse horas pegado en las cazuelas, ni tener un pastón para comprar alimentos caros, ni poseer profundos conocimientos técnicos. Hace falta ganas de divertirse, curiosidad y conciencia de que comer bien no es solo importante para nuestro cuerpo, sino para nuestra alegría”. Amén. 

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