Mirando cuadros de Georgia O'Keeffe, me gustó uno especialmente, y decidí adaptar el diseño a un abanico.Este es el resultado, un viaje al interior de un guisante de olor, deslizando el pincel por sus curvas, intentando llegar a la sutileza de sus tonos, y deseando conseguir armonía en el conjunto.
Mirando cuadros de Georgia O'Keeffe, me gustó uno especialmente, y decidí adaptar el diseño a un abanico.Este es el resultado, un viaje al interior de un guisante de olor, deslizando el pincel por sus curvas, intentando llegar a la sutileza de sus tonos, y deseando conseguir armonía en el conjunto.