Abejas urbanitas

Por Jon Marín
Las abejas están desapareciendo rápida y misteriosamente de las zonas rurales, con graves consecuencias para la agricultura. Se habla del síndrome del colapso de la colonia, pero se desconocen sus causas. En cualquier caso, la disminución de abejas nos hace un flaco favor a los humanos. Dependemos de ellas. Para la agricultura y para la economía. Algunos estudios aseguran que debido a la pérdida de estos polinizadores naturales, los costes de más de 130 cultivos están subiendo de precio.
Tenemos que mimar a las abejas. Y las ciudades pueden ser un buen lugar. “Si en 100 años los techos de nuestras viviendas son verdes, como ya está pasando, necesitaremos abeja para el futuro de nuestras ciudades”- asegura Noah Wilson Rich. El investigador americano, fundador de la Best Bees Company, también afirma que las abejas producen más miel en las ciudades. Posiblemente, por la mayor temperatura, porque hay menos pesticidas que en los campos o porque haya más variedad de polen en el ambiente.

Noah Wilson Rich en TED
Hay que apoyar a la apicultura urbana. En París, Londres o Boston es natural la apicultura en los tejados. De hecho, en el siglo XIX la miel de Barcelona, que se producía en el corazón de la ciudad, era conocida y apreciada más allá de sus murallas. ¿Por qué no volver a practicarla?
Sirva como ejemplo Lavi Bar, una estudiante de la universidad israelí de Bezalel, reflexionó sobre todo ello para dar forma a su proyecto final de carrera (To-bee). Y ha diseñado esta estupenda colmena urbana en madera y barro. Tenemos que ir cambiando nuestra mentalidad para con las abejas. “Cuando una abeja te pica, ella muere, así que no te asustes, porque ella no quiere picarte”. De hecho, lo que hacen es ayudarnos.

Producción del To-bee de Lavi Bar