Soy un amante del café. Creo que en mi genética hay algo que me lleva a afirmarlo. De hecho hace ya años escuchaba a mi madre decir: yo no arranco el día hasta que me tomo mi café. Más tarde fue mi hermana la que corroboraba eso. Ahora soy yo.
Algún día, sobretodo domingos me gusta preparar una cafetera de esas de toda la vida (italiana?), aromatizar la casa.
Cada vez que preparaba uno tiraba el poso por el desagüe, por el tema de los olores en las cañerías y sus propiedades desatascadoras, pero ahora, tras leer lo siguiente lo guardo:
El consumo de café en España es alrededor de 3,5 kg por habitante al año. Esto supone que tiramos a la basura más de 150 millones de kilos de restos de café al año. Igual después de leer este artículo se te ocurren otras cosas que puedes hacer con todo esos posos del café. Hoy por hoy, el reciclaje es necesario y esta es una de las cosas que se pueden hacer con parte de nuestros residuos diarios:
Neutralizador de olores. ¿No te parece que a veces huele un poco mal en la cocina? Se mezclan olores de comida y restos, pero lo peor suele estar relacionado con el olor a desagüe que a veces sube por la pila. Podemos utilizar los posos del café una vez a la semana para solucionar este problemilla. Lo primero es cocer agua en una cacerola o tetera, una vez que el agua esté bien caliente ponla encima del fregadero. Echa en el desagüe media taza de posos y luego echa agua hirviendo en abundancia. El agua caliente empujará los posos a través de las cañerías. Al menos no olerá mal durante una semana.
Limpiador. Al ser ligeramente abrasivos, los posos son eficaces a la hora de fregar objetos grasientos y mugrientos o para las manchas resistentes. Tan sólo tienes que mezclarlos con un poco de agua y después frotar con un cepillo de raíces. Asegúrate de que limpias en seguida, porque de lo contrario los posos del café pueden teñir las superficies que íbamos a limpiar.
Repelente de gatos – Antiparásitos. Los gatos callejeros tienen problemas para distinguir la propiedad privada. Se lo podemos enseñar utilizando posos de café. Para ello tenemos que mezclar posos de café con cáscaras de naranjas y ponerlo alrededor de nuestro patio. Los gatos sienten aversión por el olor del café y la fruta ácida. De la misma manera, las hormigas también sienten aversión por ese olor, aunque es más probable que no sea por el olor, sino que se trate de la acidez del café. Prueba a echar posos de café sobre los hormigueros y verás cómo las hormigas desaparecen. Tranquilo porque no has matado a nadie, se habrán ido a vivir a otro sitio.
Abono. Me hace mucha gracia que en Bricomania gasten tres o cuatro sacos de abono cada vez que salen en la tele. Los posos del café son un excelente fertilizante. Puedes hacer un experimento, si tienes sitio, plantando rábanos y zanahorias sobre el abono de posos de café. Verás que cosecha consigues.
Ambientador. ¿Te gusta el olor del café? Los posos del café atrapan olores de todo tipo a la vez que desprenden un aroma interesante. Una vez secos, ponlos en una hoja de papel o un plato. Colócalos en cualquier armario o sitio en el que necesites refrescar el ambiente. Los resultados permanecen durante un par de semanas. Este mismo método puede utilizarse en el congelador, una vez seco, pon los posos del café en una “tupper” que tenga respiradero. De esta manera el café absorbe los malos olores que puedan generarse.
Consigue un pelo más brillante. Los posos del café pueden ayudarte con el pelo, especialmente si eres morena (el 90% de la población española). Los posos del café dan brillo al cuero cabelludo mejorando la salud de la piel y previniendo la caspa. Cuando estés en la ducha, una vez que te hayas lavado el pelo frota la cabeza con los posos. Una vez hecho esto, aplícate un acondicionador y asegúrate de que has eliminado todos los posos y el olor a café.
Si te parece demasiado arriesgado haz el experimento con tu perro, verás cómo le brilla el pelo a la vez que ahuyenta a los insectos, aunque no está demostrado científicamente que actúe como repelente para pulgas.
Antipolvo. Todos lo que tengan chimenea en sus casa pueden utilizar los posos del café para evitar que se levante polvo cuando removamos las cenizas. Moja posos del café y espolvorea la chimenea antes de limpiar nada. De esta manera te evitarás el dolor de cabeza y el lío que se monta.
Al grano, esto es lo que hago yo ahora:
Voy guardando los posos en un tupper.
Cuando tengo bastante cantidad lo remuevo bien, ayudándome de un tenedor. Si lo has dejado muchos días quizás se haga una capa blanquecina a causa de la humedad, pero no pasa nada.
Lo esparces por la tierra y remueves un poco, con los dedos, y si lo crees necesario hecha un poco de tierra nueva por encima. Sobretodo mezcla bien, si no "florecerá" de moho.
Llevo unos meses abonando las plantas exclusivamente de esta manera y puedo decir que el resultado es fantástico. El rosal ha vuelto a florecer, las "marquesas" están hechando hijos como locas, los cactus son más verdes e incluso la hiedra crece más rápido. Parece una pócima mágica que está devolviendo el esplendor a las plantas castigadas tras un duro verano de calor.
Pero sobretodo evitamos un deshecho más, ya sabes: yo no lo tiraría...