- Todo es una incertidumbre mientras no vivamos en el presente
- Si creemos en que la voluntad de Dios se cumple todo el tiempo ¿por dónde se manifestaría su intención sino a través de personas y situaciones que se nos muestran?
En estos momentos que vivimos llenos de gran incertidumbre, caos, escasez, desacuerdos, inseguridad, enfermedad y divisiones, es bueno tomarnos una pausa para ver lo que esta situación nos enseña.
Si vemos esto de otra manera y como algo más de lo que aparenta, podemos concluir que es una excelente oportunidad de desarrollar fe y confianza. Todo pasa y podemos reemplazar nuestros pensamientos por los de Dios para ver el mundo que merecemos, como Él lo ve.
Nunca he tenido la certeza de saber donde está el lugar que Dios tiene para mi. Siendo más joven no tenía fe, ni confianza. Si se pudiese medir la fe de una persona, yo no hubiese pasado la prueba.
La fe quizás podría ser medida por la cantidad de incertidumbre que maneja una persona mientras continúa viviendo. Yo confieso que aún no puedo manejar la incertidumbre ¿tengo fe?
Vivir seguros y dar gracias a Dios cuando llegamos a ciertas situaciones y condiciones en la vida, es un reto constante. Todo pasa por algo, y si hubiese sabido lo que iba a sucederme, lo más probable es que hubiese estado dispuesta a pasar por todo lo que he pasado. Esos procesos vividos me han permitido disfrutar de montones de bendiciones hoy.
Tomar conciencia y saber que soy responsable de lo que vivo es producto de haberme atrevido a creer en la enfermedad, la tristeza, la soledad, no creerme amada, haber juzgado, no tener fe en Dios, ni confianza en mi misma. Eso me ha costado reconocerlo. Pero también es maravilloso reconocer que las bendiciones que vivo son producto de mi crecimiento espiritual, de descubrir el amor aquí cerca. De amar profundamente, darme cuenta que siempre estoy acompañada, de empezar a confiar en que todo está bien y descubrir que no soy quien para juzgar.
Cuando abrazamos la incertidumbre, tomamos todo lo que Dios nos presenta en el camino, sin dudas. Empezamos a ver la belleza antes que el caos.
Nuestra confianza reside en creer que Él está planeando algo bueno para todos.
La incertidumbre es señal de una nueva temporada. Siempre está al comienzo de algo.
Así que, si estamos viviendo incertidumbre en algún área de la vida, lo que demuestra es que hay una oportunidad para vivir mejor ahora mismo. Tenemos la oportunidad de reescribir nuestra historia, y decidir para donde queremos ir.
La incertidumbre puede provocar dos cosas: ansiedad o creatividad. Si permitimos que llegue la duda, hay ansiedad; si permitimos que llegue la curiosidad, hay
La meta es reemplazar la ansiedad por curiosidad sobre lo que sucederá. Por cómo Dios nos sorprenderá. Sin querer saber cosas que en su momento sabremos.
Lo que hace la vida interesante es estar con la única expectativa de cómo Dios va a sacarnos del problema en que estamos, cómo va a multiplicar los panes y los peces en nuestra vida. De qué manera las cosas no escasearán, cómo va a hacer para que paguemos los impuestos, el condominio, el mercado, los servicios de teléfono o luz, el viaje y cómo nos va a bendecir.
Esto es una bendición para cada uno y a la vez para alguien, llevándonos a un lugar donde jamás pensamos que estaríamos y sabiendo con certeza que fue una cita coordinada por Dios. Cada situación inesperada, nos da la oportunidad de conocernos, saber el potencial y la capacidad que tenemos para resolver las cosas.
Pasa como en una relación de pareja. No conocemos verdaderamente a la pareja, hasta que nos encontramos en ciertas situaciones inesperadas.
Pedro nunca habría conocido al Jesús que camina sobre las aguas, si no hubiera vivido una tormenta. Nunca hubiera conocido al Dios que paga los impuestos, si no le hubieran cobrado el impuesto injusto. Nunca hubiera conocido al Dios que multiplica los panes y peces, si no se hubiese necesitado. Cada momento difícil que Pedro enfrentó le mostró una cara de Dios que nunca había visto.
Dios es quien sabe dónde estamos y para dónde vamos.
Vivamos sabiendo que esa incertidumbre que vivimos en el trabajo, las relaciones o en cualquier área, nos brinda la oportunidad de un nuevo comienzo. Así que vamos a dejar la ansiedad y vivamos con curiosidad. Soltemos nuestras preocupaciones y limitaciones. Pidamos el aumento de nuestra fe (no del salario) en estos tiempos de incertidumbre constante.
Abracemos la incertidumbre para cambiar la manera en que vemos las cosas. Seamos creativos. Cada día es una aventura.
Recordemos y confiemos en que Dios todo el tiempo es el proveedor, el sanador y el protector único, Él es nuestra fuente de amor abundante.
Amén #Tengoderechoalosmilagros #lifeisdear #Abrazarlaincertidumbre