Hola, nuevamente por aquí gracias a que Maggie abre de vez en cuando el cajón para mi. Y si, también me insiste para que me decida a crear mi blog y subir mis recetas que son muchísimas. Bueno, estoy en proceso de mentalización jajaja, pero mientras, aquí está este Cajón Desastre de Maggie para ir animándome.
Esta vez vuelvo nuevamente con motivo de una festividad musulmana en la ciudad de Melilla, mi ciudad. Os recuerdo que en esta ciudad modernista, la segunda después de Barcelona en cuanto a número de edificios modernistas construidos por un arquitecto discípulo de Gaudí, también convivimos varias comunidades culturales y religiosas: cristiana, hebrea, musulmana e hindú, y todos somos participes de las costumbres de cada una de ellas.
La festividad, que se celebró el pasado 22 de agosto, es la llamada Aid El-Adha, o Celebración del Sacrificio, pues en ella se conmemora el sacrificio de Abraham. Es la llamada Pascua Grande de los musulmanes y, en estos días, se cocinan ricos platos a base de carne de cordero y exquisitos dulces.
Uno de estos dulces es el que traigo hoy, una receta que me enseñó mi amiga Loubna pues sabe que me encantan. Se le llama Jeringo marroquí o Baghrir árabe, según el país donde se hagan. Son un tipo de tortita que no lleva huevo, ni aceites ni mantequilla y se hacen por un solo lado. Aquí en Melilla se pueden encontrar durante todo el año en muchas cafeterías-pastelerías pues, como he dicho, una ciudad rica en culturas es lo que tiene, compartir con los demás las diferentes costumbres y vivir en el respeto a los demás, aprender unos de otros, eso es convivir. De otra forma sería impensable. Y ahora, pongamos las manos en la masa.
Ingredientes (para unos 10 jeringos): 250 g sémola de trigo duro (muy fina, no usar la sémola del cuscus, que es más gruesa); 150 g harina de trigo; 1 cucharadita sal; 25 g levadura fresca prensada (1 sobre de levadura seca); 15 g levadura Royal; 600 ml agua tibia.
Preparación: En un recipiente añadir la sémola, la levadura fresca y el agua tibia. Con unas varillas, a mano, remover hasta que se disuelva la levadura. Añadir entonces, poco a poco, la harina de trigo tamizada y mezclada con la levadura Royal y la sal e ir removiendo para integrar todo. Dejar reposar 30 minutos. Pasado este tiempo, veremos que la masa ha levado. Remover un poco y comenzar a hacer los jeringos.
Calentar una sartén a fuego medio y untar muy ligeramente de mantequilla. Si la sartén es antiadherente se puede prescindir de ella. Añadir un cucharón sopero de masa, como si fuéramos a hacer una crêpe, teniendo en cuenta que no deben quedar muy gruesas o no se harán bien. Calcular una cantidad de modo que echemos la masa en la sartén y podamos extenderla. Enseguida se observa que comienzan a salir agujeritos. Cuantos más salgan es que lo estamos haciendo bien y quedará más esponjoso. Solamente se hacen por una cara; por eso hay que dar con el punto del fuego, para que cuezan y no se quemen.
Cuando ya están hechos, se pueden tomar calientes o fríos de muchas formas: con mantequilla, mantequilla y mermelada, con miel, con azúcar glas y canela, con chocolate tipo nutella, con nata y fruta...¡Al gusto del consumidor! Como es un dulce de "masa" y llena bastante, se suele tomar acompañado de un té moruno con hierbabuena, pero también puede acompañarse con cualquier infusión de vuestro gusto, o café con leche o zumos.
Entre septiembre y octubre habrá festividades de la comunidad hebrea en la ciudad y también tienen una gastronomía muy rica. Estaré pendiente de aprender algo rico rico que me enseñe mi amiga Esther. Ya en diciembre, para Navidad, les tocará a ellas disfrutar del turrón y del Roscón de Reyes, dulce que tiene mucho éxito en todas las culturas de Melilla.
Espero que os guste la receta. Hasta pronto.Mª Del Mar