La flor cuando se abre lo hace sin miedo, sin titubear, sabe que al hacerlo libera su aroma y color. En su sabiduría comprende que liberar es liberarse. No pone obstáculos a ser ella misma, no emplea caretas … ¿para qué fingir la belleza si ya es belleza?
La flor cuando se abre lo hace sin miedo, sin titubear, sabe que al hacerlo libera su aroma y color. En su sabiduría comprende que liberar es liberarse. No pone obstáculos a ser ella misma, no emplea caretas … ¿para qué fingir la belleza si ya es belleza?