La dificultad para hallar absurdos es bien conocida en los niños con autismo. Los absurdos son incongruencias, por lo que es necesario cierto nivel de razonamiento para poder detectarlos y comprenderlos. Pueden ser verbales o visuales. Evidentemente los visuales ofrecen menos dificultad que los verbales, un ejemplo sencillo de un absurdo visual sería una imagen donde aparece una puerta y alguien intentando abrirla con la llave del revés, o una persona que mete un zapato en un horno, etc. hay infinidad de ejemplos. Cuando pasamos a los absurdos verbales la cuestión se complica, requiere cierto dominio del lenguaje y como ya he dicho está muy implicado el razonamiento verbal. Ejemplos de absurdos verbales podrían ser "Cuando nieva me pongo el bañador", "las sillas son para comer" etc.
Detectar absurdos es una actividad habitual que se hace en las sesiones de logopedia. Miguel siempre ha presentado muchas dificultades en este tipo de actividades, hace dos cursos que es capaz de detectar los absurdos visuales cuando éstos son muy exgerados, sin embargo sus grandes dificultades de razonamiento le impiden de momento detectar los absurdos verbales. Pero en este sentido hemos dado un pasito más. Está elaborando absurdos con intención y además con la finalidad de provocar la risa en el otro. En una reunión familiar de este verano, empezó a decirle a su hermano "Roberto es la abuela" y se moría de la risa, su hermano siempre le sigue mucho el juego, con lo que Miguel tiene la juerga asegurada. Al ver que todos nos sorprendimos y reimos de esa afirmación, empezó a hacerlo con el resto de personas, manteniendo únicamente la estructura de la frase "abuelo es mamá", (me parece muy relevante que no sólo cambie una palabra de la frase, si no las dos palabras principales, para él es todo un reto). Siempre buscando el refuerzo de toda la familia, hacía la frase y esperaba a que rieramos. Después decía el absurdo en negativo "la abuela es mamá" - "Mamá nooooooo" Como confirmando que reconocía el error.
Más adelante, también este verano, se dio cuenta de que tenía más opciones y empezó a jugar con el lenguaje de otra manera. A Miguel le encanta la música y cantar las canciones, así que decidió utilizarlas para crear absurdos, así decía "Susanita tiene una farmacia" (por un ratón). Eso sí no respetaba la rima en absoluto, lo cual le ayudaba a reconocer mejor el absurdo, los primeros días seguía dándonos la pista, "farmacia nooooooo", pero últimamente ya sólo se ríe después de decirlo. Si no le contestamos insiste con una pícara sonrisa.
He de decir que este tipo de juegos los hace principalmente con sus hermanos, Inmita se monda cada vez que Miguel lo hace, y esa risa es su mejor refuerzo. La naturalidad en la convivencia con sus hermanos ayuda a que Miguel desarrolle esa espontaneidad que a veces se oculta.
De momento no reconoce muchos absurdos verbales, pero este paso es de gran importancia para que sigamos avanzando en el pensamiento y lenguaje de Miguel.