¿Qué es el cannabis?
El cannabis, cáñamo, o marihuana, como se le conoce popularmente, es una planta de la familia cannabaceae., oriunda de la Cordillera del Himalaya. Su cultivo data de la era prehistórica, y se la asocia con diversos usos, entre ellos, en el área textil, como aceite, planta medicinal, como psicotrópico.
Su fibra interviene en el proceso de elaboración de prendas de vestir, en textiles a nivel industrial y hasta en la pasta de papel. De los cañamones (semillas) se extrae aceite, y de éstos, los que no tienen cannabinoides pueden ser consumidos. Los restos, son usados para consumo animal (mascotas y ganado).
Entre las propiedades del cannabis, están las psicoactivas, siendo el tetrahidrocannabinol (THC) el principal compuesto psicoactivo. El tipo de cannabis, de bajo contenido en THC, se le llama cáñamo, y marihuana al tipo que sí tienen THC. Esta clasificación fue hecha originalmente por Carlos Linneo en el año 1753.
El cannabis se clasifica en tres especies:
- Índica: Posee gran cantidad de ramas, tienen una altura aproximada de metro y medio. Produce importante cantidad de flores durante períodos cortos. Es más fácil de cultivar.
- Sativa: Son de mayor altura, crecen y florecen durante más tiempo. Es preferible su cultivo en el exterior.
- Rudelaris: En los tipos mencionados anteriormente, el proceso de floreado depender de las horas luz que reciban, no siendo este el caso de las rudelaris, ya que son autoflorecientes. Sus concentraciones de THC y CBD son bajas.
Marihuana medicinal ¿será posible?
Cuando se habla del uso medicinal de la marihuana, se refiere al aprovechamiento de toda la mata de cannabis, bien sea sin procesar, o extrayendo sus componentes primordiales, en el tratamiento de la sintomatología de algunas patologías.
La U.S. Food and Drug Administration, (FDA), ha aprobado el uso de dos píldoras contentivas de cannabinoides, respaldado en diversos estudios científicos. Sin embargo, no reconoce la planta de marihuana como medicinal, a pesar de tener una composición química realmente aprovechable en el tratamiento de una diversidad de enfermedades.
Para poder otorgar el reconocimiento de medicinal, a la marihuana, la FDA, ensayos clínicos en miles de personas, en donde se expongan las ventajas y complicaciones de su uso. A la fecha, no se ha logrado la cantidad necesaria, que arrojen resultados convincentes, del uso de la mata de marihuana, y no de sus cannabinoides.
Aceite de cannabis, tratamiento para la epilepsia severa
El cannabis, fue usado durante muchos años por diversas culturas, con diversos propósitos, entre ellos, el medicinal. Gracias a sus componentes conocidos como “cannabinoides”, o “fitocannabinoides”, puede aplicarse en el tratamiento de enfermedades como el cáncer, la epilepsia, la fibromialgia, el glaucoma, entre otros.
Durante más de 5000 años, el cannabis ha estado presente en muchas partes del mundo. Durante el siglo XVI, fue un elemento importante en las alacenas médicas, por su efecto calmante del dolor y desinflamatorio. No es sino hasta el siglo XIX, que los europeos, descubren sus propiedades psicoactivas.
En el año 1942, Estados Unidos suspendió el uso del cannabis en la industria farmacéutica, y en el año 1951 la etiquetó como droga narcótica. La Asociación Médica de Estados Unidos, alegó que los resultados usados para determinar las consecuencias negativas por el uso del cannabis no eran suficientes.
Tiempo después, se vuelve a considerar el valor medicinal de la planta, ya que nuevos experimentos, arrojan resultados favorables en el tratamiento de los síntomas de patologías, que no mejoraban con la medicina convencional.
Los cannabinoides más conocidos son:
- Tetrahidrocannabino (THC): Mayor contenido de psicoactivo, lo que le adjudica la etiqueta de “droga”. Se usa en el tratamiento de la inapetencia y glaucomas.
- Cannabidiol (CBD): Sin efectos psicoactivos. Usado para evitar el crecimiento de tumores, calmante del dolor y desinflamatorio.
- Cannabinol (CBN): Efectos desconocidos.
Hay plantas de cannabis con un mayor contenido de CBD que de THC. En estado natural, la mata contiene ácido tetrahidrocannabinólico (THCA), que posteriormente se transforma en THC, lo que hace no hace posible que una persona se “drogue” por consumir la mata cruda.
El tipo de planta de cannabis más usada en el ámbito medicinal, son aquellas con mayor contenido en CBD y menor en THC.
Del cannabis, es su aceite el más usado como medicina. El THC y CBD presentes en el aceite, va a depender básicamente del tipo de planta que usen, y las técnicas de producción del mismo. Hasta los años cincuenta, el aceite de cannabis, se comercializaba en las droguerías bajo del nombre de tintura.
En los países donde se ha legalizado el uso del cannabis, la clasificación de su aceite para la comercialización se hace según la carga mayor de cannabinoide presente en la presentación. Es decir, aceite de CBD y aceite de THC:
- El aceite CBD o cannabidiol: no posee propiedades psicoactivas, y es usado en el tratamiento de la epilepsia.
- El aceite THC: si es psicoactivo, y su uso es como estimulante del apetito, calmar dolores, aliviar los malestares propios de la quimioterapia.
En la producción del aceite de cannabis medicinal, se debe prestar particular atención al tipo de planta, la porción de la planta a usar, y a la técnica de extracción del aceite, a fin de preservar la calidad y la efectividad del producto, y así poder ofrecer una prescripción segura y efectiva.
Si bien es cierto que el CBD no es un hacedor de milagros, también lo es el hecho de que presenta un repertorio extenso de situaciones donde, puede usarse como alternativa natural con pocas o nulas secuelas.
El aceite de CBD, acción sobre los problemas neurológicos
El sistema endocannabinoide del cuerpo humano es un sistema de comunicación entre células, y está ubicado en diversos órganos y tejidos del cuerpo. Esta comunicación se da mediante neurotransmisores, (serotonina o anandamida), y los receptores, interviniendo, en las diversas funciones del organismo (dolor, hambre, sueño o reacciones del sistema inmunológico).
El CBD es usado como antidepresivo y para alivianar el estrés, ya que actúa impidiendo el impulso nervioso y regulando los neurotransmisores; es decir, su alcance es igual al de los fármacos, pero sin secuelas. Esto se debe a que el CDB actúa de forma muy similar que las sustancias naturales secretadas por el propio organismo.
Diversos estudios científicos, han demostrado que el uso de CBD para tratar casos de epilepsia refractaria, ha logrado disminuir la frecuencia de los ataques convulsivos a la mitad de su ocurrencia.
Desde antes de los tiempos de Cristo, se puede evidenciar el uso del cannabis como tratamiento para los ataques convulsivos. En los tiempos actuales, gracias a los avances en las investigaciones, el uso del CBD en el tratamiento de pacientes que padecen síndromes como Dravet, Lennox-Gastaut, Doose y West, han encontrado, si bien no una cura milagrosa, si una alternativa.
¿A qué se debe la acción anticonvulsiva del CBD?
Se desconoce la forma en que el CBD incide en el organismo, pero lo que sí es cierto es que su acción estimula la producción de anandamida.
Al iniciar el tratamiento con CBD para la epilepsia, no se debe suspender de forma abrupta la medicina que se venga tomando. Esto debe realizarse en forma progresiva, bajo evaluación médica y observando la respuesta del organismo.
Consecuencias del CBD
Se ha podido verificar en un porcentaje importante de pacientes epilépticos, que comienzan su tratamiento con CBD, aunado o no, a otros medicamentos, una disminución hasta la suspensión total de ataques, además de una notable recuperación de su estado emocional, de sus habilidades motoras y cognitivas, y de su sociabilidad.
¿Qué es la epilepsia?
La epilepsia consiste en un trastorno cerebral, producida por una repentina acción eléctrica en el cerebro, activándose de forma anormal, las neuronas que intervienen, desencadenándose la crisis convulsiva. Por lo general, es una patología difícil de tratar, por su resistencia ante métodos convencionales.
Los anticonvulsivos, son diseñados para disminuir la acción eléctrica cerebral, produciendo una serie de secuelas, que en ocasiones son peores que las mismas molestias causadas por los ataques.
Entre los efectos secundarios más comunes, producidos por los anticonvulsivos, tenemos: Estado de confusión, letargo, problemas de concentración, jaquecas, pérdida del cabello, entre otros.
Uno de los mayores obstáculos que se ha tenido en la aceptación del cannabis medicinal, es la creencia, errada, de que el cannabis medicinal y la marihuana recreativa, son lo mismo. Podemos afirmar que vienen de la misma mata, pero, sus componentes activos, y lo más importante, su utilización, son totalmente diferentes.
Como pudimos ver, el cannabis no sirve sólo para tratar la epilepsia, también representa un paliativo para otras dolencias producidas por enfermedades como el cáncer, la fibromialgia, la esclerosis múltiple, el Alzheimer, entre los más sonados.
Deben ser tratamientos monitoreados, con productos adquiridos en establecimientos legales y con la prescripción médica correspondiente. Solo así se puede demostrar su efectividad, y ayudar en el proceso de legalización, a mayor escala del cannabis.
El uso del CBO en el tratamiento de la epilepsia, produce mejores resultados, se puede hablar de ausencia de molestas secuelas, y en los casos en los que se presentan, son de fácil control, ya que por lo general son efectos gastrointestinales. Por todo esto, podemos decir, que bien vale la pena intentar.
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