Son múltiples las recomendaciones que escuchamos a diario sobre las virtudes de este elemento dorado. Recordemos que sus propiedades son tanto preventivas como contribuyentes a frenar el crecimiento de células cancerosas, en especial las del aceite de oliva virgen extra. Y Tampoco debemos olvidar sus propiedades cardiosaludables.
¿Una medicina?
No se trata de encontrar una cura a base de este alimento, si bien podríamos decir que su uso y consumo está más indicado que otros productos que serían dañinos o estarían desaconsejados.
Un producto sano
Pero muchos de nosotros nos preguntamos: Sí, parece sano utilizar aceite de oliva, pero ¿Cómo podemos saber cuánto aceite tenemos que ingerir para que sus propiedades nos beneficien? Por que no es lo mismo utilizar el aceite para cocinar nuestros platos preferidos, que oblilgarse a tomar una cantidad diaria de la sustancia en cuestión.
Pues bien, en este artículo queremos profundizar en este sentido, y las recomendaciones de los expertos en nutrición son las siguientes:
Sabemos que para un individuo adulto, sano, la dieta media debe aportar unas 2.500 calorías diarias
La contribución de grasas del valor calórico total debería alcanzar un máximo del 35 %
De estas grasas, el 20 % sería de grasas monoinsaturadas (las aportadas por el aceite de oliva).
Por tanto, si consideramos una cucharada sopera de aceite de oliva como una ración, podemos establecer aproximadamente que el consumo aconsejado está entre cuatro y media, y cinco cucharadas de aceite de oliva por día para una persona. Ya sea como condimento (en crudo), o en sofritos, fritos, estofados, etc…
A lo que hay que añadir que el resto del aporte graso (!5% restante del total), también deberá estar controlado en consecuencia. (embutidos, pasteles, lácteos, etc…).