“Cuando no somos capaces ya de cambiar una situación, nos enfrentamos al reto de cambiar nosotros mismos” Viktor Frankl (1905-1997). Psiquiatra y psicoterapeuta austriaco.
Cuantas veces nos hemos sorprendido pensando ¿será que necesito ir al psicólog@? e inmediatamente anulamos esos pensamientos con otros, por ejemplo: “Claro que no, eso es para loc@s”, “Pero, sí no estoy tan mal”, “No voy a contarle mis problemas a un desconocid@”, “¿cómo me va ayudar sólo estar hablando?… mejor se lo platico a una amig@”, y otros similares. Bueno, pues estos pensamientos o ideas tienen un origen, que se han naturalizado y aceptado como parte de la cultura. La salud y enfermedad mental[1] no son temas actuales, han existido desde hace mucho tiempo, lo que ha cambiado es la forma en que son entendidos y atendidos, por lo que también es posible que cambie la forma en que se percibe la atención a la salud mental y recurramos a ella, para eso basta echar un pequeño vistazo a la historia en la atención de los padecimientos mentales:
- Al final de la edad media la lepra, enfermedades venéreas y la locura eran padecimientos que generaban exclusión, para ello se utilizaba una embarcación que mantenía a las personas con cualquiera de estos padecimientos dentro de ella y así mantenerlas alejadas de las personas “sanas”, la embarcación fue nombrada La Nef des Fous, “la nave de los locos”.
- Durante el siglo XIX, surgen teorías que argumentaba que los padecimientos mentales o malestares emocionales[1] tenían su origen en el funcionamiento del cuerpo humano. Así surge la frenología, teoría que afirma la posible determinación del carácter y los rasgos de la personalidad, así como las tendencias criminales, basándose en la forma del cráneo, cabeza y facciones. Sin embargo había otras explicaciones, por ejemplo el filósofo Rene Descartes afirmaba que el cuerpo humano era como una maquinaria de relojería, pero que cada mente era independiente y única. Mantenía que la mente tiene ciertas ideas innatas, cruciales para organizar la experiencia que los individuos tienen del mundo.
[1] Los padecimientos mentales son por ejemplo: Depresión. Esquizofrenia, Bipolaridad, etc. y los malestares emocionales son: sentir tristeza, enojo, preocupación, culpa, vergüenza, etc. de manera frecuente e intensa.
- De hecho en el México Prehispánico estas teorías se acercaban mucho a la forma en que se atendían los problemas de conducta y emocionales de los habitantes de aquel entonces, pues no existía el concepto del alma, consideraban que el origen de lo psicológico era el corazón. El equilibrio del rostro-corazón era lo que determinaba la salud mental, la ruptura de esta relación ocasionaba los trastornos de personalidad. Interpretaban augurios recurriendo al “tonalpouhqui”, quién explicaba a la persona los motivos del augurio.
- En México el primer hospital dedicado al cuidado de enfermos mentales fue el de San Hipólito, fundado en la Ciudad de México por Fray Bernardino Álvarez Herrera. Posteriormente, José Sayago fundó el Real Hospital del Divino Salvador -este último atendía únicamente mujeres y su emblema aún se puede observar en la calle de Tacuba, en el Centro Histórico-. Ambas instituciones se mantendrían funcionando por más de 350 y 200 años respectivamente. En 1910 Porfirio Díaz inaugura La Castañeda, en Mixcoac, en la Ciudad de México, aunque el tratamiento que se dio a enfermos mentales carecía de conocimientos y de recursos terapéuticos efectivos y se asumía que el deterioro mental de los enfermos era consecuencia natural del avance de su enfermedad y no como resultado en buena parte del aislamiento y el abandono.
- Las teorías mencionadas entre otras, construyeron las bases en que hoy se estudia y atiende la salud mental, pero todavía se mantienen puntos de vista distintos para la atención a los padecimientos mentales o malestares emocionales, por ejemplo, existe la atención psicológica orientada a la intervención fisiológica, es decir, al funcionamiento del cuerpo, en específico del cerebro. Otros tipos de atención mantienen una orientación que se ocupa únicamente de la conducta, y algunos, intentan desarrollar un enfoque más filosófico profundizando en conocer y solucionar el por qué y para qué de lo que una persona siente, piensa o actúa.
- Actualmente existen distintas instituciones privadas y gubernamentales; así como profesionales que ofrecen atención y tratamientos diversos para todo tipo de padecimientos mentales y malestares emocionales.
INSTITUTO NACIONAL DE PSIQUIATRÍA “JUAN RAMÓN DE LA FUENTE”
Revisemos cuales son mitos y realidades de la atención psicológica:
- Los padecimientos mentales generan exclusión. Mito porque hoy en día se entiende que la enfermedad mental es necesario ser atendida y no excluida pero sí puede generar exclusión social, ya que por desconocimiento se asocia la enfermedad mental con impulsividad, agresividad o descontrol y esto no es en todos los casos, en los padecimientos que se producen estos síntomas, sí es posible mantenerlos bajo control o regulados.
- Sólo los “loc@s”, asisten con psicolog@. Mito, como hemos visto existen los padecimientos mentales y los malestares emocionales[1]. Los padecimientos mentales como su nombre lo indica son enfermedades de la mente y como toda enfermedad tienen un tratamiento, en algunos de los casos curables y en otros tratables, las personas que padecen alguna enfermedad mental –en la mayoría de los casos- están conscientes de lo que les pasa y llevan una vida cotidiana. Y los malestares emocionales cualquier persona los puede experimentar.
- Sí decido asistir al psicolog@, soy una persona “débil” o que no sabe arreglar sus propios problemas. Mito, el malestar emocional no tiene que convertirse en una forma de vida, evitemos normalizar el sufrimiento y generemos camino para vivir sin el.
- Sólo con hablar me voy a sentir mejor. Esta afirmación es difícil, se puede considerar Realidad, ya que todo tratamiento psicológico inicia con externar lo que nos genera malestar, sin embargo no es todo lo que se requiere para sentirse mejor, también se necesita que la persona transforme su forma de pensar y actuar para que exista un verdadero cambio –en algunos casos la medicación también es necesaria- por lo que pensar que sólo hablando sin hacer nada más basta para sentirme mejor es un Mito.
- Sí decido solicitar atención psicológica, voy a ser señalad@. En la actualidad la atención psicológica brinda diferentes opciones, en cuanto a espacios, profesionales y tratamientos. Por fortuna también muchas personas han decidido atender su salud mental, por lo que es seguro que entre la gente que conocemos, haya más de una que asista con psicolog@. Por lo tanto es un Mito.
Este artículo es un breve acercamiento en la historia de la atención a la salud mental, en el siguiente les compartiré sobre los diferentes tipos de atención psicológica y cómo saber en que momento acudir a uno. Sí deseas contactarme o hacer algún comentario puedes escribir a mi correo psic.ivettesantiago@gmail.com. Gracias por visitar nuestro blog “Ayuda Psicólogos” https://ayudapsicologos.wordpress.com
Psic. Ivette Santiago
[1] Los padecimientos mentales son por ejemplo: Depresión. Esquizofrenia, Bipolaridad, etc. y los malestares emocionales son: sentir tristeza, enojo, preocupación, culpa, vergüenza, etc. de manera frecuente e intensa.
19.432608 -99.133208