El acero inoxidable tiene poco más de 100 años de antigüedad. Como en cualquier innovación, tiene en parte motivos perversos, que en su momento era la búsqueda de materiales resistentes para la fabricación de cañones de pistolas. Un siglo después hemos ampliado su utilización hasta construir la carpintería metálica en acero inoxidable, mobiliario y complementos.
En el libro Recuerdos de pandora, de 2014, hablando sobre el científico Harry Brearley cuentan que «Un día, ordenando todas las muestras rechazadas notó que una de esas aleaciones, a diferencia de las otras, no se había aherrumbrado. Aquella aleación de acero, conformada por un 0.24 % de carbono y un 12.8% de cromo, había sido elaborada inicialmente el 13 de agosto de 1913 y hasta la actualidad es estimada como la primera aleación de acero inoxidable.«
Adaptación del material al exterior
Vemos a menudo que el material que compone los elementos metálicos al exterior empieza a oxidarse y a perder resistencia, sobre todo en las uniones. Hace tiempo hablamos sobre el pressfitting y las uniones a presión en tuberías, que permitía una buena conexión entre elementos. Este sistema es escasamente utilizado en mobiliario o elementos al exterior.
Si visitamos un taller de acero inoxidable como Inox-Fry veremos que tienen mucho cuidado con la elección de la materia prima. Eso está claro, pero también con las soldaduras.
Los carpinteros del acero inoxidable deben de conocer que el acero cuenta con una alta resistencia a la corrosión: los aceros de baja aleación son resistentes a la corrosión en condiciones atmosféricas adversas, y los aceros inoxidables lo son en la mayoría de los medios ácidos.
Trabajar el acero inoxidable
La gran ventaja que es la no oxidación en la mayoría de ambientes. Esto permite que su ciclo de trabajo se más largo, por tanto duradero, y la opción más económica si consideramos su ciclo vital.
En ambientes agresivos, los contaminantes orgánicos sobre las superficies de acero inoxidable pueden favorecer la corrosión por rendijas. Tales contaminantes incluyen grasas, aceites, marcas de lápices, pinturas, cintas adhesivas, y otros depósitos pegajosos.
En el taller de trabajo con acero inox se permite además el corte, cizallado y mecanizado, el forjado y la soldadura, con resultados óptimos.
Además es muy fácil de limpiar. Gracias a estas propiedades higiénicas es la primera opción en el ambiente sanitario, centros de salud, instalaciones relacionadas con a alimentación, y sanitarios públicos.
La norma ISO 15189:2012 contiene todos los requisitos que una institución dedicada a la salud tiene que cumplir para demostrar que son técnicamente componentes. El requisito fundamental enfocado para la sección del mobiliario dice: “La institución debe disponer de lavabos, mesas, islas de trabajo, estanterías de almacenamiento de insumos y muebles en general fabricados de acero inoxidable de la serie AISI 304”(ISO 9001, 2015)
Ecología del acero inoxidable
Se recomienda utilizar el acero inoxidable para la fabricación de carpintería metálica y de mobiliario. Podemos decir que es 100% reciclable y tiene la tasa más alta de reciclado comparado con otros materiales. Se estima que un 70% de los aceros inoxidables son reciclados al culminar su vida útil por lo que reduce el impacto ambiental.
Últimamente cuando trabajamos con acero inoxidable procuramos hacerlo con acero austenítico.
Respecto a la corrosión, es un material que ofrece buena resistencia excepto en medios marinos o industriales. Para que esta resistencia siga aceptable a lo largo del tiempo es necesario llevar un mantenimiento y limpieza adecuada.
Siempre teniendo cuidado de no arañar la superficie inoxidable y eliminando con abundante agua cualquier producto empleado. Los austeníticos son susceptibles a la corrosión bajo tensiones residuales a
tracción, entran en contacto con medios clorados a temperaturas mayores de 60 ºC.
Respecto al coste, este material es menor que otros aceros como el 304 ya
que el precio del níquel ha aumentado considerablemente y el acero inoxidable 201 tiene bajo contenido en níquel.
Nota
(Hazte una chuleta si es necesario, lo importante es no olvidarlo)
Solución de daños posibles en el acero inoxidable
Cuando una superficie ha sido dañada y se requiere su reacondicionamiento, la reparación se realiza normalmente mediante amolado, o soldadura y amolado. Los defectos superficiales se eliminan primero por amolado, preferiblemente con un disco abrasivo limpio de grano fino. La máxima profundidad de amolado para eliminar defectos a menudo se especifica en las normas de fabricación. Pueden variar entre el 10 y 25% del espesor total.
Cuando se necesita una reparación por soldadura, se puede hacer mediante
cualquiera de los procesos ya mencionados, pero se prefiere la TIG debido a la facilidad en la realización de pequeñas soldaduras. Siempre se debe agregar metal de aporte. Nunca se deberán permitir soldaduras cosméticas» debido al riesgo que se corre de grietas en las soldaduras y resistencia a la corrosión disminuida.