El paso de los años provoca importantes cambios en la piel. El envejecimiento puede ser fisiológico en el que actúan factores genéticos, ambientales y hormonales, o puede ser causado por el fotoenvejecimiento cuyo origen es la exposición prolongada a la luz solar.
El envejecimiento se traduce en la aparición de arrugas, sequedad de la piel y la pérdida de elasticidad de la misma.
El ácido hialurónico se encarga de regular la hidratación de nuestra piel por su capacidad de retención de agua. Es un polisacárido natural, producido por el cuerpo donde se encuentra en un 56% en la piel, en un 35% en el tejido músculo-esquelético y el 5% restante en linfa, sangre, etc.
A pesar de su presencia natural en el organismo, disminuye con el envejecimiento, provocando una pérdida de hidratación, afinamiento de la piel…
Para la utilización del ácido hialurónico no se necesitan pruebas cutáneas previas, ya que es una sustancia idéntica en todos los organismos. Es poco habitual que existan reacciones de hipersensibilidad.
¿Cómo actúa el ácido hialurónico en las arrugas?
Es posible modificar la estructura del ácido hialurónico dependiendo del efecto que busquemos con su aplicación. Las dos opciones principales son:
- Relleno con ácido hialurónico reticulado.
Con su aplicación se consigue el relleno de las arrugas y la estimulación del colágeno. Es un tratamiento rápido y sencillo. Se aconseja la aplicación, una hora antes de la sesión, de una crema anestésica para hacerlo más confortable. Mediante pequeñas infiltraciones intradérmicas, lo depositamos en las arrugas. Según estas sean más o menos profundas, usaremos un ácido más o menos reticulado (a mayor reticulación, mayor volumen).
No es aconsejable el uso de rellenos permanentes ya que la cara va evolucionando con el paso de los años, y lo que hoy podría ser una remodelación facial perfecta, dentro de unos años podría ser inestética. Es aconsejable apostar por rellenos reabsorbibles para que se puedan ir retocando a lo largo de los años. La duración de los efectos es de 6 meses a 1 año.
Además, de como tratamiento rejuvenecedor, se puede usar para corregir pequeños defectos como el perfil nasal, el borde mandibular…
- Mesoterapia con ácido hialurónico no reticulado.
Mediante pequeñas inyecciones intradérmicas depositamos el ácido hialurónico que retendrá las moléculas de agua aportando hidratación a la piel y, por tanto, más elasticidad y luminosidad.
Este tratamiento es aconsejable durante todo el año pero de forma especial antes y después de la exposición al sol ya que va a atenuar el daño producido por el sol.
Combinado con vitaminas y aminoácido es un producto excepcional para enlentecer el envejecimiento y dar hidratación a nuestra piel.