Las autoridades sanitarias de los Estados Unidos aconsejan cambiar los implantes mamarios cada diez años, en base a un estudio realizado por su Agencia de Administración de Alimentos y Drogas (FDA). Estas aseveraciones se hacen a partir de prótesis de una generación antigua, muy comunes en Estados Unidos, donde las prótesis mamarias estuvieron prohibidas entre 1992 y 2006 (hasta que se generaron suficientes datos clínicos para garantizar su seguridad frente a enfermedades autoinmunes, cáncer, etc).
La realidad es que el mercado ofrece ya desde hace algunos años prótesis de silicona de alta cohesividad, que tienen una capa más fuerte que las de generaciones anteriores, que confieren más seguridad y más durabilidad. De hecho, las casas que las comercializan garantizan que son para toda la vida. El tanto por ciento de roturas es del 1% a los 5 años.
Ante todo, las mujeres interesadas en someterse a un aumento de pecho tienen que pedir a su cirujano plástico prótesis de alta cohesividad. Tienen que ser de casas comerciales con el marcado CE y de alta calidad. Aquí no hay que escatimar en gastos porque las prótesis son materiales que introducimos en nuestro cuerpo, y que van a durar toda la vida.