Acné, verano y sol

Por Sramosa @sramosa

Con la llegada del verano y la exposición solar, es común sentir la mejora del acné. Sin embargo, el Dr. Manuel Fernández Lorente explica los motivos por los que no es recomendable la exposición al sol como tratamiento de mejora de esta patología.

Tanto los pacientes como los dermatólogos tenemos la experiencia de que el acné mejora en verano. Es cierto que el sol puede mejorar transitoriamente el acné leve. Esto sucede porque la radiación ultravioleta es bactericida (puede eliminar bacterias implicadas en la génesis del acné) y, además, debido al efecto inmunosupresor de los rayos del sol las lesiones inflamatorias pueden mejorar de forma transitoria.

No obstante, existe un tipo de acné que aparece con el sol (acné “estival” o acné “Mallorca”), que sólo aparece en verano, y es consecuencia de la exposición solar.

Si no se valoran correctamente estos casos pueden diagnosticarse de forma errónea como alergias solares. Este tipo de patología tiene la peculiaridad de que se presenta como granos que “pican”, sobre todo en la cara y en torax, después de la exposición al sol. En su momento se le denominó acné de Mallorca, ya que los primeros casos descritos se observaron en pacientes escandinavos de vacaciones en esta isla.

¿Por qué no es recomendable el sol para el acné?

No obstante, cuando llevamos unas semanas tomando el sol, y sobre todo cuando el verano acaba, el acné empeora. Es lo que denominamos “efecto rebote”. Esto se debe a que, sin darnos cuenta, la radiación solar aumenta el grosor de la capa más superficial de la piel (capa córnea), lo que contribuye a obstruir la glándula sebácea y a empeorar esta patología. Podemos decir por tanto que en verano el sol mejora inicialmente el acné, pero posteriormente tiene un efecto rebote, empeorando esta patología.

Los dermatólogos no recomendamos la exposición solar para mejorar el acné.

Otra duda que nos plantean de forma diaria los pacientes es si el tratamiento de esta patología en verano es igual que en invierno. Sobre todo las dudas giran en torno a opiniones que han escuchado sobre el uso de la isotretinoína (“roacutan”). Sin embargo, lo que condiciona fundamentalmente el tratamiento es la gravedad del mismo, y si éste es grave y comporta riesgo de cicatrices, el tratamiento debe establecerse de igual forma sea cual sea la época del año.

La isotretinoína no es un fármaco fotosensibilizante. Sin embargo, debido al adelgazamiento de la capa córnea epidérmica y la sequedad cutánea los pacientes serán algo más sensibles al sol, quemándose con mayor facilidad. Debe advertirse esta situación y explicarlo al paciente, especialmente a los jóvenes indicándoles la utilización de filtros solares adecuados.

Conviene usar uno cuyo excipiente sea poco graso (formulaciones fluidas como la emulsión, el gel e incluso el spray). Debemos evitar las cremas y las pomadas. En la actualidad, existen fotoprotectores solares que tienen principios activos contra el acné (es decir, además de proteger del sol mejoran esta patología).