Acné vs. Rosácea: Diferencias, Causas y Cómo ayudarnos con la Cosmética Natural"

Por Kankeus

Tanto el acné como la rosácea son afecciones de la piel que deben ser tratadas por un dermatólogo. Sin embargo, los síntomas de ambas pueden mejorar significativamente con el uso de cosmética natural. Aunque se abordan juntas debido a su relación con la hiperfunción de las glándulas sebáceas, estas patologías tienen orígenes y causas diferentes.

El acné está más asociado a las pieles grasas debido a la producción excesiva de sebo, mientras que la rosácea no es exclusiva de un tipo de piel en particular. Ambas afecciones comparten algunas características, pero es esencial comprender sus diferencias para tratarlas correctamente.

Diferencias entre Acné y Rosácea

Acné:
  • Origen: Desequilibrio hormonal (andrógenos, como la testosterona) que provoca un exceso de producción de sebo denso, lo que obstruye los folículos pilosos.
  • Causas: Alteración del microbioma cutáneo y proliferación de la bacteria Propionibacterium acnes, entre otras.
  • Manifestaciones: La respuesta inmune se activa contra la grasa y las bacterias, causando granitos rojos (pápulas, nódulos) y espinillas (pústulas). La inflamación es localizada, no generalizada.
  • Tratamientos: Regular el exceso de grasa, reducir la inflamación, reequilibrar el microbioma y controlar la influencia hormonal. Se utilizan principios activos (PA) seborreguladores y renovadores, como ácido salicílico, ácido glicólico y retinol.
Rosácea:
  • Origen: Disfunción de las glándulas sebáceas, que producen sebo químicamente diferente, más fluido y disperso, lo que irrita la piel.
  • Causas: El sebo fluido provoca una mayor descomposición de la capa córnea, debilitando la barrera cutánea y permitiendo la entrada de microorganismos como Demodex folliculorum. Esto agrava la inflamación y afecta la función de barrera.
  • Manifestaciones: Respuesta inmune anormal y una inflamación de los vasos sanguíneos, provocando enrojecimiento persistente, vasos sanguíneos visibles (telangiectasias), pústulas, y en casos graves, engrosamiento de la piel (rinofima). Es común la sensibilidad aumentada y la deshidratación.
  • Tratamientos: Regular el exceso de grasa, reducir la inflamación y equilibrar el microbioma. Los principios activos recomendados incluyen ácido salicílico, ácido glicólico y retinol.

Tratar el exceso de grasa y reducir la inflamación. Usar ingredientes seborreguladores y renovadores como ácido salicílico, ácido glicólico y retinol.

Acné: Características y Tratamientos

El acné está principalmente vinculado a un desequilibrio hormonal que provoca un aumento en la producción de sebo, particularmente en pieles grasas. Este sebo es denso y puede obstruir los poros, lo que permite la proliferación de bacterias como Propionibacterium acnes. La inflamación resultante se manifiesta en forma de pápulas y pústulas.

Para tratar el acné, es fundamental regular la producción de sebo, reducir la inflamación y restaurar el equilibrio del microbioma cutáneo. Los principios activos (PA) más efectivos para este tipo de piel incluyen:

  • Ácido salicílico: Exfolia suavemente y ayuda a desobstruir los poros.
  • Ácido glicólico: Estimula la renovación celular y mejora la textura de la piel.
  • Retinol: Ayuda a regular el exceso de sebo y acelera la renovación de las células.

Rosácea: Características y Tratamientos

La rosácea es una afección crónica caracterizada por enrojecimiento facial, sensibilidad y, en algunos casos, pústulas. A diferencia del acné, las glándulas sebáceas en la rosácea no están sobreestimuladas por hormonas androgénicas, pero el sebo que producen es más fluido y puede irritar la piel fácilmente. Esto debilita la barrera cutánea y facilita la entrada de microorganismos como Demodex folliculorum, que agravan la inflamación.

Los síntomas incluyen enrojecimiento persistente, vasos sanguíneos visibles, pústulas y, en casos severos, engrosamiento de la piel (rinofima). La piel también tiende a ser más sensible y deshidratada.

El tratamiento para la rosácea se centra en reducir la inflamación y regular la producción de sebo. Los principios activos que se recomiendan incluyen:

  • Ácido salicílico: Ayuda a controlar el exceso de grasa y calma la piel.
  • Ácido glicólico: Promueve la renovación celular y alivia la piel áspera.
  • Retinol: Regula el sebo y mejora la estructura de la piel con el tiempo.

En resumen

La correcta producción de sebo no solo depende de la regulación hormonal, sino también de factores externos e internos como la dieta, la hidratación, el cuidado adecuado de la piel y la protección contra factores ambientales como la exposición solar. Mantener un equilibrio en todos estos aspectos es clave para evitar problemas relacionados con la producción de sebo y reducir los síntomas tanto del acné como de la rosácea.