Que un espacio sea escaso en una vivienda, no es sinónimo de acogedor, todavía hay que jugar con la iluminación, la distribución y las texturas para aportar calidez, sino sería tan frío como un gran espacio sin armonía.
En las fotografías podéis disfrutar de un ático de tan solo 27 m² increíblemente bien aprovechado y decorado.
El techo abuhardillado divide la vivienda prácticamente en dos. De la puerta de entrada a la derecha, la parte del salón – comedor – cocina, muy cómoda, con pocos elementos, pero confortable y acogedora para vivir una persona y recibir amigos puntualmente.
En el lado de enfrente, el cuarto de baño seguido del dormitorio, algo apretado, pero que cumple bien la función.
Como en cada extremo de la casa hay una ventana y no hay puertas, la luz natural fluye en todo el espacio, haciendo que el ático sea luminoso y no le falte luz del sol.
La gran altura al techo permite además colocar otra zona de descanso – dormitorio en un altillo, lo que entendemos pueda ser genial, para por ejemplo un padre-madre divorciados que reciben la visita puntual de hijos o relaciones personales similares.
La paleta de colores de la decoración es muy neutra, blancos, negros y grises, sobre un suelo de madera oscuro y detalles en cremas o madera clara.
El conjunto nos gusta mucho, es una vivienda moderna y dinámica, pensada especialmente para una persona joven, probablemente la única gran pega, es que no hay espacio de almacenaje en ningún lado, suponemos que tendrán un trastero muy cerca, sino, puede ser un problema ¿qué pensáis? ¡feliz lunes!
Vía: Alvhem
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