El final de la vida es una fase muy importante de la narrativa que conforma lo que somos. Anatole Broyard nos la comparte desde su punto de vista intelectual, desde la agudeza de su sensibilidad, desde la plena conciencia del que sabe que su tiempo está acabando y siente la urgente necesidad de compartirlo para sublimar la aridez del desierto y demostrar que en la intemperie también se pueden encontrar fuentes y sombras que nos alivien del calor.
He leído muchos libros sobre la enfermedad y la muerte. De alguna manera todos lo hemos hecho. Este tema se introduce en novelas de todo género dado que es una de las cosas que más nos preocupan. En su libro Ebrio de Enfermedad Broyard nos hace una visita guiada por la literatura que ha tratado estos temas. Como crítico literario y erudito elige para nosotros los mejores títulos y los comenta. No se queda ahí, lo más interesante y valioso será lo que desgrana de su propia experiencia acompañando la muerte de su padre y la suya propia. Su rebeldía, libertad y ánimo son contagiosos. No es posible elegir nuestra muerte pero si nuestra forma de morir, la manera en que queremos navegar los últimos metros del mar de nuestra vida.
El libro de Broyard es fabuloso. En su brevedad esconde mucha sabiduría que seguro hará bien a cualquier lector interesado. Recomendable especialmente para toda persona que acompañe algún proceso de final de la vida, imprescindible para todo aquel que se denomine profesional sanitario.