Por lo pronto, uno se queda prendado de la granulación que se obtiene, de la forma caprichosa en que las partículas sedimentan y se posan en el grano del papel, incluso cuando es fino. Habrá que jugar con la cantidad de agua y la inclinación del papel para sacar todo el partido a esta peculiaridad, pero prometen, prometen.
Por lo pronto, uno se queda prendado de la granulación que se obtiene, de la forma caprichosa en que las partículas sedimentan y se posan en el grano del papel, incluso cuando es fino. Habrá que jugar con la cantidad de agua y la inclinación del papel para sacar todo el partido a esta peculiaridad, pero prometen, prometen.