El anterior, segunda de este año, un olivo con el que mantengo una cierta amistad, aunque me lleva bastantes siglos de edad, la olivera gorda de Ricote. La he visitado en más de una ocasion y pintado en bastantes más. Es hermoso visto desde cualquier lado y sólo una de sus ramas ya es tema agradecido. Sobre papel satinado de Windsor & Newton, las acuarelas San Petersburgo, White Nights, rusas, de la que habrá que hablar despacio. Las tengo en pastilla desde hace unos años, aunque ahora ya se venden tambien en tubo. Son muy baratas y resultan ser pigmentos de un solo componente, incluso el índigo y el cerúleo, cosa rarísisma incluso en marcas más costosas. No tienen estos pigmentos nada que envidiar a otros de más postín y podrían sacarle los colores a algunas de esas marcas si comparamos los precios. Con los pinceles, en este caso chinos, pero de la China, no de la tienda de la esquina, ocurre otro tanto. Cada día me gustan más, aunque hay que acostumbrarse a ellos y hacer de sus defectos virtudes, que es lo que hacen los asombrosos pintores orientales, por cierto inventores del pincel, el papel y esa tinta que los ingleses llaman india y nosotros china. Merecería dedicarle una entrada a una comparativa de pigmentos entre varias marcas, al menos entre las seis o siete que conozco y utilizo. Podrían sacarse muchas consecuencias interesantes, a la vez que ahorrar bastante dinero eligiendo bien, sin dejar de ussar lo mejor.
La siguiente es otro viejo conocido, un olivo del Maestrazgo, al atardecer y en contraluz. De unas fotos de un viaje por Castellón del que me traje varias docenas de olivos majestuosos.